La familia de Erika Yunga Alvarado ha contestado a la carta de la madre del asesino de su hija en la que esta pedía perdón por los sucedido con un escueto mensaje. "La madre no tiene la culpa de lo que haga su hijo, no tiene por qué pedir perdón”. Según revela La Nueva España, han hecho llegar estas palabras a la madre de Igor a través de su abogado.
La madre Igor Postolache, el presunto asesino de Erika de solo 14 años, difundió un comunicado donde pedía perdón, en nombre de su familia, por el "inimaginable" dolor que están sufriendo los familiares de Erika. En el escrito, que hizo público el abogado de la familia, la madre de Postolache lamentaba los hechos sucedidos y asegura que además entendería que la familia de Erika no aceptase su solicitud de perdón e incide en que, en un futuro y si ellos se lo permiten, desearía poder trasladárselo personalmente en la intimidad. La madre del presunto asesino ha abandonado su hogar por temor a represalias.
Los padres de Erika piden tiempo para asumir lo ocurrido y cerrar heridas antes de tomar una decisión. No descartan tener ese encuentro más adelante, pero por ahora se quieren centrar en digerir “unos hechos tan duros”. Los padres accederían a ello, en todo caso, fuera del “circo mediático”.
Mientras tanto, el presunto asesino de Erika, la niña de 14 años de Oviedo, ha abandonado el hospital y ha ingresado en prisión provisional en la cárcel de Asturias. La dirección del Centro Penitenciario de Asturias ha aplicado el denominado “protocolo antisuicidio” a Igor Postolache, presunto autor del asesinato a puñaladas de la niña Erika, de 14 años, perpetrado la semana pasada en Oviedo, y le ha asignado un preso de confianza para que en todo momento esté controlado para garantizar su seguridad y evitar que pueda volver a autolesionarse, según han informado este miércoles a Efe fuentes penitenciarias.
Postolache tiene aplicado el artículo 75 del régimen penitenciario que establece que la dirección de la prisión tendrá el poder discrecional de establecer temporalmente limitaciones regimentales y medidas de protección personal sobre un interno "por razones de seguridad o tratamiento y ello, en ocasiones, puede comportar que se produzca una asimetría entre el grado de clasificación de un interno y su régimen de vida".
El interno, de origen moldavo, de 31 años, abandonó ayer, martes, el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), donde ha permanecido durante una semana para ser atendido de la veintena de puñaladas que él mismo se infligió tras el crimen cometido el pasado 5 de abril.
El pasado lunes pasó de la UCI a planta y una vez obtenida el alta hospitalaria fue trasladado a la cárcel asturiana en cumplimiento del auto de prisión provisional, comunicada y sin fianza decretada por la jueza de Instrucción número 2 de Oviedo donde le atribuye un delito de asesinato y otro de agresión sexual en grado de tentativa.
El detenido se acogió a su derecho a no declarar cuando estaba ingresado en el hospital y la jueza dictó el auto que recogía expresamente que una vez que recibiera el alta hospitalaria se haría efectiva la orden de prisión provisional ante la existencia de riesgo de fuga, de destrucción de pruebas y de reiteración delictiva.
El presunto asesino llevaba apenas tres semanas residiendo en solitario en un piso de la primera planta del número 69 de la calle Vázquez de Mella, en el barrio ovetense de Vallobín, donde la víctima, Erika, vivía con su familia en otra vivienda de la cuarta planta.
El crimen fue cometido el pasado día 5 en apenas diez minutos, ya que la familia de Erika, alarmada porque no subió a la vivienda tras llamar al telefonillo desde el portal para acceder al inmueble, pidió a uno sus hermanos que bajara a buscarla y cuando uno de ellos fue a ver qué pasaba se encontró en el rellano un reguero de sangre que conducía hacia el interior de un piso de la primera planta en el que residía el detenido. La Policía accedió a la vivienda desde un patio interior y halló a la menor tendida en el suelo con varias heridas de arma blanca y también al presunto autor del crimen que se encontraba atrincherado en el baño y que acababa de autolesionarse.
El Juzgado de Instrucción número 2 de Oviedo dictó prisión provisional y sin fianza y le atribuyó un delito de asesinato y otro de agresión sexual en grado de tentativa.