La familia de Anna y Olivia pide alargar la búsqueda, que se centra en el cuerpo de Tomás y el cinturón de plomos
Encontrar el cuerpo de Tomás Gimeno es prioritario para no dejar abiertas las dudas de que hubiese escapado
El buque Ángeles Alvariño sigue buscando los cuerpos de Anna y Tomás Gimeno, pero está prevista su retirada el jueves
Beatriz Zimmermann necesita que el caso se cierre para poder descansar en su duelo
Beatriz Zimmermann, la madre de Anna y Olivia, las niñas asesinadas por su padre, Tomás Gimeno, en Tenerife, quiere alargar la búsqueda que está realizando el buque oceanográfico Ángeles Alvariño en la zona del mar donde fue localizada sin vida Olivia, la mayor, de seis años.
La investigación todavía no ha logrado encontrar ni a Anna ni a Tomas Gimeno, y la madre de las niñas quiere que se encuentren sus restos para, por fin, cerrar el caso. Así lo ha explicado José Manuel Niederleytner, el abogado de Beatriz Zimmermann, quien además ha recalcado la necesidad, sobre todo, de hallar el cuerpo Tomás: “Él sería el presunto autor de los hechos y por tanto se cerraría la causa. Si no apareciera se sobreseería provisionalmente pero no se podría cerrar la causa”. Sin ello, siempre podría haber un lugar a la duda sobre si Tomás se suicidó o si escapó tras arrojar a sus hijas al mar. “Sería mucho más doloroso para ella por las dudas que suscita y porque le impediría comenzar el duelo de sus hijas”.
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Por eso, precisamente, las labores de búsqueda se centran en el cuerpo de Tomás Gimeno y en el cinturón de plomos, el cual habría podido usar para lastrarse. Detectarlo sería clave, pero por ahora el Alvariño sigue con su sonar, su robot y su avanzado equipo rastreando las profundidades.
El jueves está previsto que se retire de esa búsqueda, y por eso la familia de Anna y Olivia ruega por que esta se prolongue y no se detenga.
“Es lo que se debería hacer y estamos seguros de que así se va a proceder. Estamos esperanzados en que se produzca la prórroga de los trabajos, y de hecho toda la sociedad está a la expectativa de que ocurra”, ha dicho Joaquín Amills, presidente de SOS Desaparecidos y portavoz de la familia, en declaraciones recogidas por el medio Canarias7.
Cada instante que pasa sin cerrarse el caso acrecienta todavía más el dolor, y Amills, de hecho, afirma desde el desconsuelo que sería un “milagro” que apareciera el cadáver de Anna, de 1 año, desde que su padre se la llevase el 27 de abril junto a su hermana Olivia, hallada sin vida en el mar dentro de una bolsa deportiva a unos 1.000 metros de profundidad, con un edema pulmonar como causa de la muerte, según la autopsia, que no obstante no ha podido determinar todavía exactamente qué es lo que le produjo ese edema.
Enfado por la actuación de la que era novia en ese momento de Tomás Gimeno
Tomás Gimeno entregó dinero y una carta a la que era su actual pareja. Le pidió que la abriera a las 23:00 horas, pero ella lo hizo antes, a las 17:20. Entonces, sabía que Tomás Gimeno iba a desaparecer e intentó frenarle, pero Amills, según Canarias7, se ha manifestado molesto por el hecho de que no alertara a las fuerzas de seguridad de que había recibido 6.200 euros de Gimeno junto a esa carta de despedida.
“No puso esos hechos en conocimiento de nadie. Ahí entramos en una doble moralidad. No sé si estaba obligada a comentarlo, pero si una persona te da un dinero, una carta de despedida y sabes que está con las niñas, blanco y en botella. O se las va a llevar o es una carta de suicidio. No podemos juzgar esta persona ni tampoco criminalizarla, pero que cada uno piense cómo actuaría”, ha dicho, en declaraciones recogidas por el citado medio.
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La Guardia Civil quiere revisar la actuación del cuartel la noche del 27 de abril
Por otra parte, de acuerdo a las palabras del abogado de Beatriz, la madre de las niñas no se plantea si en el cuartel de Radazul al que acudió aquel día intentando denunciar el secuestro parental no actuaron rápido.
“Son circunstancias ya sin sentido. Siempre se pueden mejorar las cosas. Pero no se habría evitado la muerte de Anna y Olivia. El plan era premeditado, un plan que no habrían podido parar porque estaba a todo muy calculado”, señala, entre palabras de agradecimiento a los investigadores por su esfuerzo.
No obstante, en paralelo, la Guardia Civil sí quiere aclarar la actuación del guardia de la puerta de este cuartel, que ya a las 22:30 conocía que Tomás Gimeno se marchaba con sus hijas y no tenía intención de devolverlas. En ese momento, al parecer, los guardias estaban lidiando con otro caso de agresión sexual.
Cuando llamaron a Tomás desde el cuartel el teléfono ya estaba apagado. Esa noche Beatriz se marchó sin poner la denuncia. Ella cuenta que le dijeron que al no tener convenio regulador de las visitas no podían iniciar una búsqueda inmediata por secuestro parental. Pero los guardias incluso fueron a la vivienda de Tomás a comprobar, aunque no vieron a nadie. Supuestamente no comprobaron si había algún antecedente de violencia de género, o al menos no figura en los informes.