Muere uno de los cirujanos intraoculares con más experiencia de Galicia golpeado por una embarcación cuando nadaba
Juan Manuel Tábara Rodríguez ha muerto en Sanxenxo tras ser golpeado por una embarcación mientras nadaba en el mar
El hombre, de 59 años, nadaba junto a otra persona que resultó ilesa
La embarcación no vio a los bañistas y los arrolló
Juan Manuel Tábara Rodríguez, uno de los cirujanos intraoculares con más experiencia de Galicia, es el hombre de 59 años que falleció el viernes en Sanxenxo (Pontevedra) tras ser golpeado por una lancha conducida por un piloto profesional mientras nadaba en el mar, según publica La Voz de Galicia.
Una embarcación le arrolló mientras nadaba
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Unos minutos después de las 18:00 horas, el cirujano, licenciado en Medicina y cirugía por la universidad de Santiago de Compostela, nadaba con otra persona en la Playa de Silgar, cuando una embarcación que no los vio, lo arrolló, según la información del 112.
Doctorado por la Universidad de Navarra y miembro de la Sociedad Gallega de Oftalmología y de la Sociedad Española de Retina y Vítreo, desde corunavision.es destacan que era "uno de los cirujanos con más experiencia en cirugía intraocular de la comunidad gallega, habiendo realizado más de 12000 intervenciones de catarata , muchos de ellos casos complejos referidos de otros centros".
Tras ver lo ocurrido, varias personas alertaron al 112 Galicia del suceso, que puso la situación en conocimiento de Salvamento Marítimo y del Servicio de Guardacostas de Galicia, que movilizó el helicóptero Pesca I. Además, se requirió la intervención de Urxencias Sanitarias de Galicia-061, de la Guardia Civil y del GES de Sanxenxo.
Su compañero, ileso
Una embarcación particular, explican, recogió a la persona y la trasladó al puerto de Sanxenxo, donde los servicios médicos desplazados solo pudieron confirmar su fallecimiento, mientras que su compañero resultó ileso.
Sin balizas hasta mayo
Desde el Ayuntamiento señalan que, de haberse producido el accidente en la zona de baño, esta todavía no está señalizada por boyas. La Guardia Civil investiga los hechos.
Cabe destacar que, desde finales de mayo, el lugar está vigilado por socorristas y se delimita la zona de baño. Este año, a pesar de las buenas temperaturas que invitan al baño, aún no hay estas medidas de seguridad.
Sin balizas resulta complicado para las embarcaciones visualizar los 200 metros de distancia hasta la costa, hasta donde pueden penetrar, y más con una marea que sube y baja.