Los hechos parecen confirmar los datos de que las víctimas de la violencia machista no son protegidas, aunque pidan ayuda. La Guardia Civil ha abierto expediente disciplinario por posible negligencia en la actuación de los agentes que participaron en la detención de un hombre en Liaño de Villaescusa (Cantabria) tras matar a su mujer y la bebé de ambos, según han informado a Europa Press fuentes del Instituto Armado.
El crimen machista ocurrió a mediados del pasado mes de diciembre que ya motivó que la Guardia Civil abriera, al margen del procedimiento penal, una información reservada por la actuación policial. El hombre detenido tenía una orden de alejamiento y la víctima llamó a la Guardia Civil antes de que ocurriera el crimen.
Los dos guardias civiles y el sargento se enfrentan a una posible falta grave del Régimen Disciplinario de la Guardia Civil, dentro de un procedimiento que se puede alargar durante meses.
La víctima había llamado a la Guardia Civil antes ser hallada muerta junto a su bebé, lo que motivó que la Guardia Civil abriera de forma inmediata una información reservada para conocer el detalle de la actuación de los agentes. El detenido tenía una orden de alejamiento de su expareja, orden que podría haber incumplido hasta en dos ocasiones el mismo día del crimen.
El pasado 20 de diciembre, la titular del Juzgado de Violencia sobre la mujer número 1 de Santander decretó prisión provisional, comunicada y sin fianza para el detenido por este caso de violencia de género en Liaño de Villaescusa.
Fuentes de la Guardia Civil añaden que el procedimiento por posible falta grave tiene todas las garantías para los tres agentes, cumpliendo con el mecanismo interno --al margen del procedimiento judicial-- que se abre cuando se aprecia algún tipo de negligencia en el cumplimiento de las obligaciones profesionales, como ocurre en los casos tramitados por el sistema Viogén.
Una vez instruido el expediente, el instructor puede proponer o no una sanción, y después una instancia superior tiene que ratificarla.