Atender en clase y hacer muchos test: claves para aprobar el examen teórico de conducir
Sacarse el carnet de conducir tipo B pasa inevitablemente por superar una prueba teórica y otra práctica
El objetivo de la primera prueba es demostrar que cuentas con los conocimientos necesarios para poder manejar tu coche
El examen consistirá en 30 preguntas tipo test, y solo podrás cometer 3 fallos como máximo
Sacarse el carnet de conducir es un trámite inevitable para poder utilizar un vehículo propio y hacerlo circular. Aunque existen distintos de permisos de conducción, quizás el más conocido de todo sea el tipo B, ya que es el que se usa para la conducción de coches en el sentido más común de la palabra.
Para poder demostrar ante la Dirección General de Tráfico (DGT) que cumples con los requisitos de capacidad, conocimiento y habilidad necesarios para conducir tu vehículo, tendrás que superar tanto una prueba teórica como una práctica.
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Con la segunda, todo dependerá de tu destreza, de tus conocimientos y de las lecciones de tu profesor. En cuanto al examen teórico, conocer cómo funciona (y hacer decenas de test previos) te ayudará a poner en valor todo lo estudiado. ¿Cómo funciona el examen teórico de cóndor? ¿Cómo sin sus preguntas?
Examen teórico de conducir: preguntas y características
Existen muchos tipos de carnet de conducir y el tipo de autorización necesaria dependerá del tipo de vehículo que quieras conducir, pudiendo distinguir entre permisos y licencias de conducir. La gran mayoría de vehículos precisan de la obtención de un permiso de conducir y existen, a su vez, varios tipos de permisos, dependiendo de si vas a conducir un ciclomotor, moto, coche, camión o autobús. Por su parte, las licencias de conducir se reservan para vehículos para personas de movilidad reducida (LCM) y vehículos especiales agrícolas autopropulsados (LVA).
Si lo que quieres es conducir un coche 'normal', el tipo de permiso que deberás obtener es el B. Éste te autoriza, desde un punto de vista más técnico, para conducir automóviles cuya masa máxima autorizada no exceda de 3.500 kg que estén diseñados y construidos para el transporte de no más de 8 pasajeros además del conductor.
También autoriza a la conducción en territorio nacional con una antigüedad del permiso superior a dos años, de automóviles sin remolque impulsados por combustibles alternativos destinados al transporte de mercancías con una masa máxima autorizada superior a 3.500 kg pero que no exceda los 4.250 kg, con algunos matices.
Por otro lado, podrás conducir conjuntos de vehículos acoplados compuestos por un vehículo tractor de los que autoriza a conducir el permiso de la clase B y un remolque cuya masa máxima autorizada exceda de 750 kg, siempre que la masa máxima autorizada del conjunto no exceda de 4.250 kg. Por último, podrás conducir triciclos y cuatriciclos de motor. En cuanto a la edad mínima para obtenerlo, será de 18 años cumplidos.
En cuanto a cómo funciona el examen tipo B de conducir, tu examen consistirá en un test de 30 preguntas preguntas donde solo puedes tener como máximo de 3 fallos. Al pagar las tasas de examen contarás con tres convocatorias que podrás gastar tanto en la prueba teórica como en la práctica. Por tanto, si suspendes seguirás teniendo dos oportunidades para presentarte de nuevo sin abonar una nueva tasa. Sin embargo, suele ser recomendable prepararte a conciencia la prueba teórica y reservar las dos convocatorias restantes al examen práctico, donde los nervios suelen llevar a los alumnos a no aprobar a la primera.
La propia DGT asegura que la mejor forma de aprobar tu carnet es acudir a una autoescuela, al ser el lugar donde se imparten "los conocimientos necesarios para que los aspirantes a obtener el carnet se conviertan en conductores aptos."
Eso sí, también es posible preparar la prueba teórica por tu cuenta: la propia DGT pone a disposición de todos los ciudadanos ejemplos de exámenes y documentación formativa, y existen distintas web con test gratuitos y casos de duda o errores frecuentes.
En cuanto al temario, contendrá puntos relacionados con las normas y señales de circulación, pero también sobre concienciación y seguridad vial. En cualquier caso, lo habitual es que las autoescuelas pongan a tu disposición clases presenciales y/u online en las que tendrás que formarte sobre los siguientes temas, distribuidos normalmente de forma equilibrada en el examen:
- La importancia de la seguridad vial y la concienciación.
- Documentación.
- Normas de circulación y alumbrado.
- Señalización.
- Velocidad.
- Conducción preventiva y eficiente.
- Maniobras.
- Mecánica y mantenimiento del vehículo.
- Seguridad activa y pasiva.
- Comportamiento en caso de accidente.
Las autoescuelas suelen ofrecer simulacros de examen ajustados a la realidad, pero también podrás elegir exámenes centrados en cada tema concreto para que puedas asegurarte de que dominas a la perfección cada uno de ellos.
Por último, la DGT recuerda que, en el caso de las clases teóricas, el profesor debe promover la participación activa del alumno en clase, no limitarse a la explicación teórica y seguir su evolución para orientarle. "Como alumno debes asistir a estas clases para aprender y plantearte los test como una herramienta de autoevaluación." Por eso, lo adecuado es realizarlos una vez que has recibido la formación, y plantear todas las dudas que se te ocurran para llegar al examen con todas las herramientas necesarias.