Eva Blanco: El triunfo de la ciencia y la persistencia
Antonio Gil / Informativos Telecinco
03/10/201517:07 h.Apenas llevaban cinco años trabajando con muestras de ADN en este laboratorio cuando les entró el caso de Eva Blanco. "Se trabajó de manera intensa hasta que obtuvimos el perfil genético a partir del semen", nos explica el comandante José Antonio Cano, director técnico del Departamento de Biología de la Guardia Civil. Pero de aquella, la ciencia genética estaba en sus inicios. Y no se pudo conseguir más. Así que las pruebas se guardaron refrigeradas de forma indefinida en esta nevera. Parece un congelador normal, pero aquí están depositadas cientos de muestras de ADN, de casos que aguardan a ser resueltos. Entre ellos, la del semen que se obtuvo de la ropa interior de la joven de Algete, que con los avances técnicos se vuelven a estudiar. "Esto es lo que pasó en el caso de Eva Blanco, que en su día, en el año 97, se sacó su perfil genético con una serie de marcadores y un ADN relativamente pobre, en relación a la química que existía en esa época", nos muestra José Juan Fernández Serrano, capitán jefe del Departamento de ADN del Instituto Armado. Y esas características de nuestro perfil genético son únicas, no se pueden alterar. Sólo hace falta encontrar con qué comparar. "Mientras no tengamos esas dos partes del puzle y obtengamos sus perfiles genéticos”, indica el comandante Cano, “no podemos ver su cotejo y si dicho perfil es positivo o negativo". Y no es sencillo, porque, de momento, hasta que se modifique la actual Ley de Enjuiciamiento Criminal, las autoridades tienen nuestras huellas, pero no nuestro ADN. Salvo que hayamos sido condenados, lo autorice un juez o voluntariamente, como en nuestro caso ahora, para poder visitar el laboratorio y enseñárselo. Aquí se analizan más de 3000 muestras de ADN al mes. 2000 en total se analizaron por el asesinato de Eva Blanco. Las últimas, las de familiares del detenido que habían vivido en el municipio en aquella época: "Fue precisamente en esta pantalla del ordenador, cuando estábamos analizando una serie de muestras indubitadas”, nos relata el capitán Fernández Serrano, que estaba observando los resultados del análisis. “En ese momento, hubo un momento de alegría después de un montón de años de trabajo, de estudiar infinidad de muestras, de infinidad de personas sospechosas, infinidad de perfiles indubitados de voluntarios, hubo una alegría aquí en el departamento. Como podéis ver en la imagen, son muchas gráficas, muchos numeritos, cosas extrañas para las personas que no están familiarizadas con este mundo, pero aún así, no dábamos crédito a lo que estábamos viendo". El paso del tiempo, con la ciencia a favor, ya no es sinónimo ni de olvido, ni de impunidad.