Eugenio, el asesino confeso de Manuela Chavero, era "alérgico a las mujeres" pero "se obsesionaba" con ellas

Eugenio, un hombre de 28 años, ha confesado ser el responsable de la muerte de la vecina de la localidad pacense de Monesterio, Manuela Chavero, la mujer de 42 años que desapareció el 5 de julio de 2016 de su casa, donde se encontraba sola.

Tras el registro de nuevo de la vivienda de la desaparecida hace solo unas semanas, la Guardia Civil logró indicios suficientes para detener al acusado, que finalmente acabó confesando el crimen, aunque excusándose en que fue de manera accidental: "Me asusté y enterré su cadáver en un pinar".

Tras confesar el crimen finalmente ha informado de dónde se encuentran los restos de la mujer, madre de dos hijos. Así, en el rastreo de la finca del autor confeso se han encontrado algunos restos que están pendientes de analizar y que, todo apunta, podrían corresponder a la fallecida.

Según ha recogido el medio local Hoy, Una persona que le conoce desde la infancia ha relatado la terrible personalidad de este hombre, que asesinó a Manuela a los 24 años: "Es casi alérgico a las mujeres, les tiene aversión y, por otra parte, se obsesiona con ellas".

Además, cuenta que Eugenio siempre ha sido una persona muy solitaria y que vivió el divorcio de sus padres como algo muy traumático, del cual culpaba a su madre, a quien insultaba y hacia la que nunca tenía buenas palabras.

Eugenio era el principal sospechoso para el entorno de Manuela: "Era muy serio y tenía una mirada fría"

Emilia Chavero, la hermana de Manuela, ha revelado que su familia sospechó "desde el primer momento" del detenido, que era "uno de los principales sospechosos". "Una persona violenta que estaba obsesionado con mi hermana", ha continuado, para después asegurar que le conoce "perfectamente".

"Incluso hablé con él al mes de pasar lo de mi hermana, por eso no me miraba a los ojos... madre mía", ha lamentado la hermana de Manuela. "Ha dejado a toda una familia destrozada y a dos niños sin su madre", ha zanjado.

Una de las amigas de Manuela Chavero y la última persona que la vió con vida antes de su desaparición, María Cintano, también ha explicado que Eugenio era su "principal sospechoso", pero ha admitido que no podía imaginar que "una persona con 24 años pudiera hacer esa barbaridad".

También ha mostrado su sorpresa por que el ahora detenido haya estado más de cuatro años, desde la desaparición de Manuela en julio de 2016, "haciendo una vida normal y corriente", ha señalado María Cintano en declaraciones a los medios de comunicación concentrados en la calle donde vivían tanto el detenido como Chavero.

Según ha explicado la amiga de Manuela, ella al principio no sospechaba de este joven de 28 años ahora detenido, pero "luego ya se fue hablando de cosas de él que iba haciendo, y entonces sí", tras lo que hablado sobre su "mirada fría".

"Yo se lo dije a los de la UCO, que si me lo cruzaba por la calle yo sola salía corriendo del medio, porque era muy serio y tenía una mirada fría", ha relatado María

Respecto a si Manuela Chavero era amiga del detenido, su amiga ha asegurado que nunca le dijo "absolutamente nada" de este chico, aunque con su padre "sí tenía más relación, al ser una persona mayor y su vecino", ha relatado.