El estudio, publicado en la revista especializada 'Advances in Urology', argumenta que con esta práctica la mujer deja caer todo su peso sobre el pene, dificultando rectificar un mal movimiento. Además, poder percibir el dolor para la mujer en esta posición es casi imposible ya que no puede sentir que la penetración está siendo errónea.
Según los científicos la postura más segura para para evitar estos riesgos es la comunmente conocida como 'misionero'.
Los pacientes afectados, de una media de 34 años y medio, aseguran haber oído un chasquido en el momento en el que se produjo la fractura, y confiesan que no acudieron al hospital hasta varias horas depués del incidente debido a la vergüenza o a infravalorar la gravedad del traumatismo.