La magnitud de casos en Italia ha provocado la cancelación de muchos viajes de estudios que ha afectado a decenas de colegios por toda España y a estudiantes que han tenido que suspender sus becas allí.
Los familiares de los estudiantes que regresan de su viaje de fin de curso desde Italia esperan en los aeropuertos el deseado reencuentro. Italia es el país europeo con más número de contagios por coronavirus, y estos jóvenes han tenido que cambiar el destino en muchas ocasiones durante su viaje para evitar los contagios.
Los profesores han sido los encargados de tranquilizar a las familias. Ellos han tomado la decisión de cambiar las rutas previstas desde principio de curso para no exponer a los escolares a un riesgo innecesario.
Regresar del viaje antes de lo previsto, “iban al ojo del huracán”, apunta una de las madres que apoya la decisión que han tomado las autoridades del colegio. A pesar de que se han pasado el curso contando los días para disfrutar de estas merecidas vacaciones, no han podido permanecer en Italia el tiempo que querían. Pese a ello, están felices de haber viajado con sus compañeros y no dudan en repetir cuando el problema del coronavirus termine. Tienen un viaje pendiente.
Aunque sean centros públicos, los viajes son privados. Hay una recomendación de no viajar a Italia, pero no una prohibición oficial. A cada uno le toca negociar devoluciones, o posponer el viaje. Como un colegio en Alicante que lo ha dejado para junio.
A los Erasmus de las regiones afectadas de Italia, la Comisión Europea les reembolsará la repatriación. A los alumnos de un Instituto de Málaga les pilló todo en Roma. Anularon los días en Venecia y se han vuelto. Para la devolución del dinero, de momento, dependen de acuerdos particulares o con las aseguradoras.