Si cursar un periodo lectivo en el extranjero puede resultar un obstáculo económico en un inicio, un estudio publicado por la Comisión Europea avala la opción de que el Comisión Europea avala la opción de que el 79% de los estudiantes 'Erasmus' obtiene un empleo en menos tiempo que el resto de licenciados o graduados.
Lo hace por encima de cinco puntos porcentuales con respecto a los alumnos que no han disfrutado de una beca para estudiar en un territorio exterior al país de origen. Además, el informe añade que esta experiencia académica favorece el programa de intercambio europeo para el desarrollo del empleo juvenil, en gran medida entre los estudiantes de los países del sur y de renta más baja.
El 67% de los estudiantes de los países del Norte, entre ellos Reino Unido, Irlanda y los nórdicos, así como de Europa occidental, incluidos Francia, Alemania y los de Benelux, consideran que haber estudiado en el exterior les ha proporcionado un trabajo y ha ayudado a desarrollar su trayectoria profesional.
Asimismo, estos antiguos alumnos de cursos lectivos en el extranjero consiguieron potenciar determinadas aptitudes como la capacidad de adaptación a una nueva andadura profesional de manera más rápida así como lograr crear un ambiente de equipo en empresas con trabajadores de diversas nacionalidades.
Desarrollar el pensamiento crítico y resolver problemas de manera eficaz así como incremento de capacidades digitales y empresariales son otras de las ventajas que los exalumnos implicados han resaltado gracias al proyecto.
El experimento ha concluido en que un 40% de los estudiantes 'Erasmus' que realizó prácticas extracurriculares en el extranjero encontró un empleo en el mismo lugar donde cursó la beca final. Dentro de otros afortunados, un 10% creó su propia empresa tras cursar una beca, porcentaje que sube hasta el 75% entre los que se decantan por crearla en el futuro, una seña más que anima a los estudiantes a crear y desarrollar técnicas empresariales.