Con prudencia han celebrado, en Sevilla, miles de estudiantes el fin de la EBAU, la antigua Selectividad. Las calles se han llenado de jóvenes. Y aunque algunos se han olvidado de la distancia y las mascarillas impuestas por la pandemia de covid, en general, se ha impuesto la responsabilidad.
La euforia es comprensible. Los estudiantes sevillanos han finalizado la EBAU y se han echado a las calles para celebrarlo. Aunque haya algún forastero. “Venimos de Cantabria”, confiesa un joven
Es normal después de tanto tiempo de restricciones y estudio se echen a la calle. Botellones por grupos y no del todo multitudinarios. Porque lo tienen claro. “Queremos fiesta pero lo que se pueda”.
Aunque algunos se olviden de la mascarilla, por lo general, han tenido un buen comportamiento. Han podido disfrutar del ocio nocturno hasta las 2 de la mañana.
La noche ha sido toda una mezcla de alegrías. “La fiesta me encanta pero matemáticas no me ha salido muy bien”, dice, otro estudiante.
Ahora sólo les queda disfrutar. Ya habrá tiempo para reír o llorar cuando salgan las notas el 24 de junio. Atrás queda todo un duro año, marcado por la pandemia de coronavirus.
Por delante sólo el verano y después ante ellos, la etapa que marcará sus vidas.