Una estudiante con un 92% de discapacidad reconocida defiende, tras nueve años de formación, su Trabajo de Fin de Grado

  • Es una 'gran dependiente', es decir, necesita ayuda diaria para realizar las actividades básicas

  • Durante su defensa del TFG utilizó el software Grid3, popularizado por Stephen Howkings

  • Sólo el 11,2% de las personas con un grado superior de discapacidad reconocida del 75% tienen estudios superiores

Rocío Herrezuelo Guzmán, estudiante del grado en Geografía e Historia en la Universidad Pablo Olavide, ha defendido recientemente su Trabajo de Fin de Grado (TFG), logrando graduarse tras nueve años de esfuerzo y constancia desde que se matriculó en 2010. La joven tiene un 92% de discapacidad reconocida motora-cerebral, según la terminología usada en la Ley de Dependencia (LAPAD 39/2006) es una 'gran dependiente'. Esto significa que es una persona que necesita ayuda diaria para realizar las actividades básicas.

A Herrezuelo su discapacidad le afecta, además, en los músculos fonoarticulatorios, es decir, tiene dificultades a la hora de que su habla sea comprensible. Sin embargo, con ayuda, mucho esfuerzo y constancia ha demostrando que su fuerza de voluntad es superior a sus limitaciones.

"Crucial en este proceso ha sido la permanente implicación del profesorado de la Facultad de Humanidades, que ha realizado las adaptaciones en la evaluación indicadas por el Servicio de Atención a la Diversidad Funcional de la UPO y ha sido testigo y partícipe de este logro de Rocío" explicaba la decana de la Facultad de Humanidades de la UPO Rosario Moreno.

El grado se ha adaptado a su situación, exenciones de exámenes orales o pruebas tipo test. Durante su exposición del TFG titulado 'Desmontando estereotipos. Análisis de la obra de Barbara Kruger desde una perspectiva de género’ utilizó el software Grid3 de la empresa británica Smartbox con el que su universidad tiene convenio. El programa emula voces sintéticas y digitalizadas a través de teclados predictivos, accesos con conmutadores y lectores oculares. Esta tecnología de la comunicación se popularizó cuando lo empezó a utilizar el físico Stephen Hawking.

Los datos del INE de 2016 mostraban en un informe de la Confederación ASPACE que sólo el 11,2% de las personas con un grado superior de discapacidad reconocida del 75% tenían estudios superiores y sólo un 38,1% superaron la enseñanza secundaria. Gracias a las nuevas tecnologías y medios de los que se dispone en el S.XXI estos datos podrían cambiar.