Tirar de la cadena en plena noche, ya estaba terminantemente prohibido en Suiza, ahora en Italia también se ha dictado una condena por vaciar el inodoro en horas intempestivas. Y es que conciliar el sueño por el exceso de ruido es un problema que afecta a gran parte de la población. Sobre todo en España, donde dormir por las noches se ha convertido en una misión casi imposible para muchos.
En un país tan ruidoso como España, parece que nada se puede hacer contra quienes no respetan el descanso nocturno. Hasta 1 de cada 4 españoles tiene problemas para conciliar el sueño por exceso de ruido. Música alta, tacones, ladridos, lavadoras que hay que poner por la noche, casi por obligación, pero también ruidos exteriores, de la calle, como las bocinas insistentes de quienes circulan en vehículo por la ciudad o la alegría de quienes no quieren cerrar los bares y siguen con la fiesta en la calle hasta entrada la la madrugada.
Más, incluso, en estos momentos de pandemia, en los que las terrazas covid ocupan calzadas enteras, sin que los decibelios dejen de subir.
Es lo que ocurre, por ejemplo, en calle Ponzano de Madrid, que se ha pasado de tener dos terrazas a casi 60. Un ruido permanente que, para colmo de sus vecinos, no parece que vaya a cesar. "No dormir un día es un problema, pero no dormir un jueves, viernes, sábado todas las semanas de tu vida, es un drama con el que no se puede vivir", expresa Pilar Rodríguez, portavoz de la Asociación Vecinal de Chamberí.
Una guerra no escrita, en la que el ruido y el descanso se ven las caras y para la que nadie, parece, tener una solución a gusto -o sueño- de todos.