Todos los territorios de España han logrado, por fin, dejar atrás la fase 0. Este viernes, Sanidad ha dado el ansiado ‘sí’ a la Comunidad de Madrid, Barcelona y toda Castilla y León, que dos semanas más tarde de que lo hiciesen los primeros territorios, --a excepción de las islas de La Graciosa, La Gomera, el Hierro y Formentera, que se adelantaron a todos por su situación epidemiológica--, entrarán el próximo lunes en la fase 1 de la desescalada. Con ello, todos los ciudadanos de España lograrán de una vez por todas salir de sus casas para realizar actividades tan cotidianas y tan necesarias como el mero hecho de visitar y poder ver a aquellas personas que durante tanto tiempo de confinamiento, --desde que comenzase en un ya lejano 14 de marzo-- han echado de menos. Volver a encontrarse con la familia, con los amigos, con la pareja, por fin será posible en todos los territorios de la nación.
Durante esta fase, además de poder realizar este tipo de reuniones con un máximo de 10 personas, también se podrá ir a las terrazas, que estarán abiertas con un 50% de su aforo; circular con libertad dentro de la provincia, permitiéndose los traslados a segundas residencias mientras estén dentro de ella; reabren los museos a un 33% del aforo así como se permiten los espectáculos con menos de 30 personas; abren los hoteles, excluyendo zonas comunes; y los lugares de culto podrán estar abiertos al 33% del aforo. Mientras, salir a pasear o a hacer deporte, permanecerá ligado a las franjas horarias ya dispuestas, algo que no sucederá en la fase 2, a excepción de aquellas personas que pertenezcan a los grupos vulnerables, como los ancianos. Para todos los demás, las franjas horarias para realizar dichas actividades desaparecen, como confirmó el ministro de Sanidad, Salvador Illa.
Hacia dicha fase 2 camina ya, precisamente, el 47% de la población: 22 millones de habitantes. Salvo la Comunidad Valenciana, --que no ha pedido avanzar debido a la detección de “un ligero repunte en la tasa de contagiados”--, las provincias andaluzas de Málaga y Granada, y Toledo, Ciudad Real y Albacete, en Castila-La Mancha, todas las demás suben de escalón y el próximo lunes 25 de mayo estarán en la fase 2.
Estás son, en concreto, Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Extremadura, Galicia, Murcia, País Vasco, La Rioja, las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, las provincias de Guadalajara y Cuenca, tres zonas sanitarias catalanas y las provincias andaluzas de Huelva, Sevilla, Córdoba, Jaén, Cádiz y Almería.
En esta fase, las reuniones se ampliarán a grupos de hasta 15 personas; se permitirá la celebración de bodas con un aforo del 50% y sin superar los 100 invitados al aire libre o los 50 en espacios cerrados; los velatorios, con un límite de 25 personas en espacios al aire libre o 15 en espacios cerrados; la apertura hasta la mitad del aforo en los lugares de culto; la apertura, con limitaciones, de centros comerciales y restaurantes; la apertura de cines, teatros y auditorios con butaca previamente asignada y limitación de un tercio de aforo; y se permitirá la apertura de piscinas con aforo del 30% y cita previa, así como se reabrirán las playas, también con limitaciones.
A partir de aquí, el “criterio básico” recalcado por activa y por pasiva por Sanidad es claro: “estar 15 días en una fase” antes de proceder al salto a la siguiente. Así se fijó desde el primer momento, ha recordado este viernes el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, indicando que ese es justo el tiempo de incubación del virus.
No obstante, ha precisado, “es cierto que ese criterio no está grabado a fuego y puede flexibilizarse hasta cierto punto”, pero, de ser así, tendrían que darse todos los criterios favorables y se aplicaría “en fases ya avanzadas“, y no en las primeras, que exigen un mayor seguimiento y control.
En este contexto, el epidemiólogo ha reiterado que España, que este viernes ha registrado 56 muertes más por COVID-19 y 446 nuevos casos notificados, continúa “la situación epidemiológica a nivel general es buena” y ha aseverado, incluso, que “podemos estar muy cerca de tener el virus en niveles prácticamente indetectables, lo que nos pondría en una posición inmejorable para llegar a la nueva normalidad y alcanzar, siempre con comportamientos diferentes, una actividad prácticamente normal”.
No obstante, para ello todavía queda un camino tedioso que exige la “responsabilidad individual” de todos. Sanidad incide en la necesidad de mantener la “prudencia” y la “cautela” ante el coronavirus, que si bien está dando signos de ir debilitándose cada vez más, todavía sigue ahí y no se ha ido. “Tenemos que ser precavidos”, ha dicho Fernando Simón, indicando que en los últimos días “se han identificado pequeños brotes muy reducidos que han implicado decisiones quirúrgicas”, muy focalizadas en esos puntos donde se han producido. Por fortuna, “no ha tenido un impacto real”, ha apuntado, señalando que “una gran parte de esos casos asociados a esos brotes habían tenido fechas de inicio de síntomas anteriores”, precisando que, además, “ninguno de ellos llegaba a la decena”.
Lo que sí preocupa, y mucho, es que por segundo día consecutivo el Ministerio de Sanidad no cuenta con datos actualizados de Cataluña porque están experimentando “problemas con la validación de los mismos”. Muestran “incongruencias”, y ante la necesidad de aportar “información oportuna” de acuerdo a los nuevos sistemas de notificación y vigilancia, no han podido exponerlos tampoco en el último análisis. En este sentido, tan solo han actualizado la cifra de fallecidos: 3 en el último día.
Por otro lado, España suma ya un total de 28.628 muertos, según las cifras del último balance, algo que ha llamado la atención de todos porque eso suponen 688 decesos más que los que figuraban el día anterior. La explicación, ha dicho Fernando Simón, se debe nuevamente a los datos de Cataluña, que ha recuperado fallecidos de fechas previas que no fueron añadidos con anterioridad. “Por la razón que fuera, a lo largo de un periodo importante de días no habían sido identificados en el día que les correspondía”, ha añadido, indicando que “la corrección de datos a veces lleva más tiempo de lo que debería” y ahora están trabajando en corregir los relativos a los nuevos casos diagnosticados, de los que todavía nada se sabe.
En este sentido, respecto a esto último el epidemiólogo ha afirmado: “Nos han sorprendido los datos de ayer y los datos de esta mañana. Nos han preocupado mucho. Tenemos una interacción importante con Cataluña para tratar de evitar que esto se convierta en un problema, porque Cataluña, en principio, hasta no hace mucho estaba notificando bien. Estamos interaccionando con ellos y tratando de entender los problemas que ha habido. Tanto las autoridades de Cataluña como el Ministerio de Sanidad estamos pendientes porque no es baladí que no podamos saber qué es lo que está pasando realmente en Cataluña. Sabemos que está asociado a una zona concreta, que no es toda Cataluña, pero nos preocupa. Si no se soluciona este problema en los próximos días a un nivel más alto tendrán que tener las discusiones necesarias para garantizar la seguridad no solo de todos los catalanes sino de todos los españoles”, ha sentenciado.