La erupción del volcán de La Palma nos está dejando imágenes de destrucción y desolación, pero también de una enorme belleza. Los ríos de lava, las coladas incandescentes son un espectáculo que los drones están captando en toda su magnitud.
Las Fuerzas de Seguridad y los especialistas están controlando al segundo el avance del magma a más de mil grados ladera abajo en su lento pero inexorable avance hacia la costa. En medio, casas, explotaciones, fincas, todo a su paso sucumbe ante el poder destructor de una lengua de fuego que lo calcina absolutamente todo.
Los drones de los técnicos permiten analizar metro a metro este avance, pero también el reguero de destrucción y desolación que va dejando a su paso. Sola el capricho de la orografía palemera está permitiendo que algunas casas se salven gracias a encontrarse a mayor altura.
El frente de lava alcanza ya los 400 metros de anchura aunque alguans fuentes lo amplían hasta el medio kilómetro. Avanza muy lentamente y los expertos ya avisan de que tardará más tiempo del previsto en llegar al mar, probablemente varios días, aunque todo depende de lo escarpado del terreno y la viscosidad de la lava.