Atendió a fuerzas de seguridad tras los atentados del 11S, ha estado ayudando a sanitarios en España tras la pandemia. Todo, de forma voluntaria. Laura Rojas Marcos, hija del conocido psiquiatra afincado en Estados Unidos, Luis Rojas Marcos, se centra ahora en las mujeres. Lo hace apoyando la puesta en marcha de un teléfono de asistencia psicológica gratuita de la Asociación Yo No Renuncio, perteneciente al CLub de Malasmadres.
Son mayoría en su consulta, y más, dice, tras la pandemia, cuando no han podido compartir la carga que ya llevaban con los abuelos, o personal contratado para ello. Laura Rojas Marcos, psicóloga, humanista, escritora y divulgadora, autora además de varios libros como Hablar y aprender, El sentimiento de culpa, Somos cambio o La familia, anima a pedir ayuda sin complejos cuando algo nos haga sentir mal.
Pregunta. ¿Van a terapia más mujeres que hombres?
Respuesta. En mi experiencia las mujeres no es que necesiten más la terapia, sino que somos más conscientes o aprendemos a identificar antes cuándo necesitamos ayuda. Y no sentimos tanto como los hombres que tienen que demostrar nada, el tema del ego. Lamentablemente muchos hombres a lo largo de la historia han tenido una gran dificultad a la hora de expresar sus sentimientos, necesidades... Estaba mal visto, ya sabes, "los hombres no lloran". Eso se está superando, se está naturalizando que a veces estamos estresados o angustiados y necesitamos ayuda.
Me gustaría dejar claro que las personas que buscan ayuda en la terapia psicológica o en el psiquiatra son personas sanas. Yo tengo la consulta llena de mujeres sanas que están pasando por un mal momento. La gran mayoría de los que vienen a mi consulta vienen porque están sufriendo, quieren mejorar y conectan con una parte de ellos muy valiente, mucho, que desea cambiar y confiar.
P. ¿Qué motivos llevan a las mujeres a acudir a terapia?
R. Muchas de las mujeres que encuentro no pueden gestionar su estrés y dificultades para conciliar su vida laboral y familiar. Y otras que padecen el llamado síndrome de estar quemado: dan tanto a los demás, a su familia sobre todo, que llega un momento en el que se sienten vacías e insatisfechas.
Sobre todo porque sienten que no hay un equilibrio entre lo que dan y lo que reciben. Las mujeres que llegan a mi consulta están sufriendo, quieren resolverlo, lo han intentado y no lo han conseguido.
P. Y, ¿a qué edad suelen acudir las mujeres a su consulta?
R. Ronda la edad de tener hijos, y vienen tanto las que los tienen como las que no. Y estas últimas a veces lo tienen más difícil todavía, porque tomar esa decisión para la que parece que te ha preparado la vida y la sociedad, es duro. Pero ellas sienten que tienen que elegir entre varios aspectos de su vida, y cuando hacen una valoración de cómo gestionarían su vida siendo madres, ven que no es lo que quieren.
P. ¿Se ha agudizado el malestar mental de las mujeres en la pandemia?
R. Muchísimo. Ha empeorado la salud mental de toda la sociedad, su estabilidad emocional. Es abrumador, especialmente en mujeres. Porque esa conciliación ha desaparecido totalmente en la pandemia. Me he encontrado, pasando consulta, con muchas mujeres que estaban intentando trabajar, proteger y hacer bien su trabajo, con los niños encima o al lado porque no había otra persona. O lo hacían ellas o no se hacía. Como sociedad hemos descubierto que los abuelos eran fundamentales, porque aún no hay igualdad en responsabilidad y oportunidades.
Es cierto que hemos mejorado mucho respecto a generaciones anteriores, pero las mujeres seguimos llevando una gran carga que se nota en las consultas de los psicólogos. El futuro tiene que saber que la salud mental es un derecho, por eso es importante que las niñas de ahora vean que sus madres cuidan su salud emocional, el respeto a tu intimidad y tus necesidades. Ellas tienen más suerte porque esa desestigmatización que se está produciendo les hará más fácil tomar la decisión de pedir ayuda profesional.
P. Por sus respuestas, se deduce que la conciliación de la vida personal o familiar y la profesional o social es la causa subyacente a la mayoría de consultas de mujeres, ¿no?
R. Es que lo es, es uno de los problemas principales del mundo entero. Ese sentir de no ser suficiente, de no estar a la altura, de no llegar a todo, de que soy yo la que tiene el problema... Es el pan de cada día en mi consulta. Y me parece terrible. Por eso parte de mi intención es hacer ver a la sociedad que no, verás, que el problema no es tuyo, es del entorno.
Lo importante es dotar a las mujeres, y a todos, de herramientas para lidiar con ese entorno, con el sistema, sin que nos cueste la salud mental.
Laura Rojas Marcos afirma que las cosas han cambiado mucho en España desde que ella se trasladó aquí en 2002, pero siente que aún queda otro tanto por hacer. Una tarea en la que la psicología tendrá gran protagonismo, aunque todavía sea poco accesible para la mayoría. En España hay seis psicólogos cada cien mil habitantes, frente a los dieciocho de la media europea.