La confirmación de que la desaparición del joven pacense, Pablo Sierra, podría responder a circunstancias violentas o a un accidente tras el hallazgo de su teléfono móvil con restos de sangre ha alertado a su familia. Raúl, hermano del desaparecido, ha reconocido que este hecho no les quita las esperanzas de encontrarlo con vida y asegura estar a la espera de las "respuestas" que pueda proporcionar esta evidencia.
Los investigadores que rastrean los últimos movimientos de este joven universitario antes de desaparecer trabajan también con la hipótesis de que Pablo pudiera haber sido víctima de una agresión. Nuevos testigos han confirmado que momentos antes de su desaparición, Pablo habría tenido una discusión en el local en el que estaba con sus amigos.
Los agentes han ampliado los interrogatorios a más personas que coincidieron con Pablo en esas horas. Han preguntado a taxistas y clientes de los locales que frecuentó, así como recuperado las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona en busca de nuevas pistas.
Por el momento, tratan de determinar si Pablo abandonó la zona solo, con alguien o incluso si tomó un taxi. Mientras tanto, el Juzgado número 3 de Badajoz ha decretado el secreto de sumario.