El enigma sobre las últimas horas de Tomás Gimeno y sus decisiones sigue abierto.El Ángeles Alvariño ha cambiado varias veces su posición en las últimas 48 horas. Esta modificación, alejada de las coordenadas en las que izó la botella de oxígeno, la funda nórdica y el cuerpo de Olivia, se ha puesto en marcha ante la posibilidad de que, Tomás Gimeno, el principal sospechoso de asesinar a Anna y Olivia cambiara de ubicación nada más mantener la última conversación telefónica con Beatriz Zimmermann.
El Alvariño va a aprovechar la jornada de hoy para repostar, aunque este buque tiene una autonomía de 20 días. Esta misma noche abandonará la dársena del puerto y volver a dirigirse hasta el punto donde se perdió la señal del teléfono móvil de Tomás Gimeno, han desvelado en el Programa de Ana Rosa.
La suposición de los investigadores es que tiró el móvil y siguió navegando sin él. No se puede descartar nada, pero los expertos siguen pensando que Tomás se tiró al mar con el cinturón de plomo, aunque sin encontrar su cuerpo ninguna hipótesis puede ser descartada del todo, huida incluida. No lo creen, pese a todo, los investigadores y por eso la Guardia Civil ha ampliado unos kilómetros el lugar determinado a partir de la triangulación de la dramática charla los padres de las niñas y la antena que sirvió de enlace.
El Ángeles Alvariño busca a la pequeña Anna y Tomás Gimeno. Su madre ha pedido que la búsqueda siga para no convertir a Tomás Gimeno en un nuevo Anglés. En más de una semana, los motores del Alvariño no han cesado hasta la noche de este martes, cuando el buque ha tenido que regresar al puerto por las malas condiciones climatológicas previstas. El Alvariño se está moviendo en las últimas horas en un rectángulo de unos 500 metros de largo y unos 350 de anchura. Ahí es donde se pierde la comunicación.
El submarino Piscis VI podría ser el relevo del Ángeles Alvariño en la búsqueda de la pequeña Anna y su padre. Algunos trámites burocráticos están retrasando la incorporación a la búsqueda. El Piscis VI está formado por un equipo disciplinar en el que se incluyen ingenieros, pilotos y biólogos, entre otros profesionales.
Se trata de una empresa norteamericana que se instaló en Tenerife el pasado mes de diciembre con el objetivo de hacer trabajos de investigación oceanográfica, turismo submarino y rodajes cinematográficos. Sin embargo, existe un problema de homologación para incluirlo en la búsqueda de Anna y Gimeno, ya que cada prueba que hace el submarino tiene que ser documentada para comprobar que funciona, y todavía no ha acabado el periodo de homologación, aunque técnicamente es un aparato perfectamente dotado para sumergirse a profundidades de 2.000 metros.
Su gran ventaja y riesgo es que es tripulado. Mide casi seis metros de largo y es capaz de grabar y de recoger objetos del fondo marino con sus brazos articulados para subirlos hasta la superficie. Puede descender hasta 2.180 metros de profundidad y permanecer rastreando y buscando en el fondo marino hasta ocho horas seguidas.
Hasta la fecha se ha usado para investigaciones subacuáticas, documentales o en plataformas petrolíferas. Tiene una capacidad máxima de tripulación de cuatro personas.
Mientras tanto, agentes de la Guardia Civil practicaron el jueves pasado un sexto registro en el domicilio de Tomás Gimeno, en Igueste de Candelaria (Tenerife), en busca de sedantes o calmantes que pudiera haber administrado a sus hijas, sin que hallaran rastro de los mismos.