Una enfermera ha cuidado durante semanas a un perro guía que se quedó sin atención en el hospital Southern Hills en Las Vegas (Nevada) cuando su dueño fue puesto en cuarentena por la crisis del coronavirus. Joe Tasby fue al hospital el pasado mes de marzo pensando que se había roto un tendón del hombro, pero allí le detectaron una enfermedad pulmonar y una arritmia cardíaca y terminó pasando semanas ingresado. Su perro Cupido le acompañó desde el principio, pero entre medias estalló la crisis del COVID-19, los hospitales se blindaron y el lazarillo labrador quedó sin nadie que lo cuidara.
Aunque los primeros días Tasby, veterano de la guerra de Vietnam, recibía visitas y su hija le ayudaba a pasear a Cupido y darle de comer, tras el cierre del hospital todas las visitas cesaron de repente y fue entonces cuando le echó una mano Barbara Borbick, una enfermera del centro. Durante sus rondas se encargó de pasearle, alimentarle y proporcionarle aire fresco. Cupido cogió mucho cariño a su cuidadora y esperaba cada mañana su llegada. "A veces lo veía saltar de un lado a otro, estaba muy emocionado y feliz de verla", cuenta el dueño de Cupido, que recalca el "buen espíritu" de Bárbara, cuya atención se extendió más allá de los límites del hospital. Esta enfermera recorrió varias tiendas de alimentación de animales hasta dar con la comida que tomaba Cupido sin que Tasby se lo pidiera.
"Que ella se tomara ese tiempo de su vida para encontrar una marca particular de una gama concreta de comida iba más allá de lo esperado", señala Tasby. "¿Cómo expresas realmente tu gratitud cuando alguien da un paso adelante y lo hace por ti en un momento en que sería realmente difícil, casi imposible para mí hacerlo?". Sin embargo, Cupido también ejerció de ayudante durante su estancia en el hospital. Al cerrar completamente el centro, los perros de terapia tampoco podían acudir y fue él el encargado de realizar las rondas correspondientes.
Después de 21 días, Joe Tasby y Cupido salieron por fin del hospital acompañados de Bárbara, para quien no encuentra palabras de agradecimiento suficientes: "Es una suerte conocer a alguien que está en el lugar correcto, en el momento correcto, haciendo lo correcto. Y esa es Barbara". "Fue emotivo", dijo Borbeck. "Joe es un hombre increíble y Cupido, es mi amigo. Estamos contentos de que se vayan a casa, pero tengo muchas ganas de volver a visitar a Joe y Cupido cuando las cosas vuelvan a abrirse", agregó.