Desde la parte trasera de la vivienda de Manuel de Jorge Palma, el presunto asesino de Marta Calvo, escuchamos el sonido de la radial que ha usado para levantar el suelo. Han trabajado también con las piquetas. Tenían que llegar al el bote sifónico para revisar todas las cañerías. Han tenido que romper las baldosas de una parte del patio que rodeaba la arqueta del desagüe.
En el baño han levantado el plato de la ducha. En el sumidero buscaban restos orgánicos de la joven, y los han encontrado. Aunque Jorge Palma compró ácido para las tuberías, han podido hallar los que no fueron arrastrados por el desatascador. Se habían quedado en un recodo del sifón. En ese lugar el perro preparado para encontrar el rastro de Marta Clavo, había marcado, lo que indica que con casi total seguridad los restos hallados son de la joven valenciana.
Jorge Palma llegaba a la escena del crimen, callado, no abría la boca. Lo único que ha hecho es estar presente, sentado en el sofá de la vivienda. No ha colaborado; los abogados de la familia de Marta creen que no está arrepentido. Su abogado explicaba que hoy no tenía que hablar… Los primeros en actuar han sido los perros, es la primera vez que entran en la casa. No se habían podido llevar antes. Querían corroborar la versión de Jorge. Por eso trabajan en la planta baja. Nada más entrar el perro ha marcado en el tránsito hacia la calle. Por donde arrastró las bolsas con el cuerpo de Marta para sacarlas de casa. En el baño de abajo hay un plato de ducha. La descuartizó ahí según su versión. El perro ha marcado de nuevo, en el plato y en la pared. Llevaban un reactivo diferente al de la otra inspección.
Además entonces no buscaban huellas de un cuerpo descuartizado. Ahora tienen su confesión. Aunque las pruebas parece que encajan, los restos que arrojó en diez bolsas en cuatro contenedores de distintos pueblos, no han sido hallados, de momento.