Un empresario de San Sebastián ha sido condenado a 12 años de cárcel y al pago de 18.000 euros por obligar a una empleada a hacerle una felación. La mujer estaba en situación irregular en España.
Además de la condena de cárcel y del pago de la multa, el hombre no podrá acercarse a la mujer en 15 años.
El condenado contrató a la víctima en abril de 2016 para limpiar un establecimiento que aún no estaba abierto en el barrio de Amara de San Sebastián. Cuando la mujer se presentó en su puesto de trabajo, el empresario le pidió a su secretaria se ausentada y se quedó a solas con la víctima.
El hombre se dirigió al baño y llamó a la empleada desde allí. Ella desatendió la llamada porque el día anterior le había visto “masturbándose en el baño con la puerta abierta”. El hombre salió del baño con el pantalón bajado y el pene erecto. Ante la negativa de la mujer, se tapó.
Más tarde, el hombre le pidió que le acompañara para limpiar otro local. Al llegar, el acusado la empujó sobre una cama, le inmovilizó las piernas y “trató en varias ocasiones de introducirle el pene en la boca”.
La mujer se resistió hasta que él “la agarró por el moño y tirando con fuerza y moviendo la cabeza” logró su finalidad.
La mujer sufrió después distintas molestias físicas, insomnio y náuseas además de un trastorno de ansiedad del que tuvo que ser tratada.
La resolución de la Audiencia Provincial de San Sebastián da total credibilidad al testimonio de la víctima que se ha mantenido en sus acusaciones durante todo el proceso.
La mujer explicó que siguió trabajando para él a pesar de ver la masturbación días antes porque necesitaba el dinero. La Sala también ha comprendido que tardara varios días en denunciar debido al “impacto emocional” sufrido y a su situación irregular en España.