Un día el corazón de María, Carmen o Miguel dejó de latir. Fue gracias a los equipos de emergencias del Sámur, que hoy siguen con vida.
"Son los ángeles que me han salvado", afirma emocionada Carmen. Los tres, agradecidos, han querido conocer a quienes, con su incansable trabajo, les devolvieron la vida.
Todos pasaron por una parada cardíaca repentina. Han querido acercarse hasta la base desde donde opera Sámur-Protección civil en Madrid para conocer a los médicos que les reanimaron.
María entró en parada estando embarazada de nueve meses. "Tenía la necesidad de conocer" a sus salvadores.
En el caso de Miguel, sufrió una parada mientras calentaba en una clase de Educación Física, con apenas 14 años. Un trabajo especialmente duro para los profesionales, en el que "todo el servicio se vuelca".
Historias de emoción y gratitud infinita las que se han vivido esta mañana en la base de operaciones de Sámur en Madrid.