Elsa, con solo 8 añitos, dio toda una lección en la Asamblea de Extremadura. Fue durante el pleno en la Asamblea contra el bullying por LGTBIfobia. Elsa dejó a todos con la boca abierta al contar su propia historia. Una historia que ella describió de búsqueda de la felicidad, de encontrarse a sí misma y de encontrar un pueblo y una familia que la apoyó en su lucha.
"Soy una chica transexual, vivo en Arroyo de San Serván. Durante los cuatro últimos años he vivido un camino muy importante: el camino de mi felicidad. Estoy en el colegio en el colegio Nuestra Señora de la Soledad, el cole de mi pueblo, y allí ha tenido la suerte de que mis compañeros y compañeras han comprendido cómo soy desde el primer día. Sin embargo, sigue siendo necesario recordar que tengo el derecho a ser llamada como yo me siento y que, cuatro años después, las equivocaciones son un poco raras, como si alguien pudiera dudar de que yo soy una niña trans”, declaraba desde la tribuna con una voz suave y pausada ante la sorpresa y admiración de todos.
Elsa se acordó de su pueblo que ha dado una muestra de tolerancia y respeto que para toda la sociedad quisiéramos: "Allí todo el mundo sabe que soy una chica diferente, una chica transexual, y me siento querida y respetada, todo el mundo me conoce". Pero Elsa no se quedó ahí sino que lanzó un mensaje que deberían grabarse a fuego todos los legisladores, que trabajan para las personas. “Señoras y señores que se dedican a la política, sigan, pese a las amenazas, haciendo leyes que reconozcan que las personas somos diversas. Por encima de todo, las personas transexuales tenemos el derecho a ser quienes somos, no permitan que nadie les arrebate la felicidad". Y los políticos aplaudieron, veremos si entendieron.