Hemos visto casos donde las medidas de seguridad han quedado de lado, ante las ganas entre los jóvenes de hacer lo de antes. Las generaciones entres los 14 y los 30 años son los que psicológicamente han notado más el confinamiento. Lo dice una encuesta/estudio de la Universidad del País Vasco en colaboración con otras cinco universidades. Con mucho más tiempo libre, con menos dinero, y con sus opciones de ocio mucho más reducida por la crisis, sus vías de escape son quedar con grupos de amigos.
Durante el encierro en casa, sin su vida social, el estudio dice que han tenido más ansiedad, más tristeza y más negatividad que otras franjas de edad. Por eso, por lógica, ahora las calles se llenan de grupos de jóvenes con ganas de recuperar la actividad que tenían antes de la pandemia.
La pandemia del coronavirus ha provocado un aumento de la sensación de incertidumbre en un 76 % de la población de Euskadi, mientras el 43 % ha experimentado sentimientos depresivos, que han sido mayores en las mujeres, quienes han pasado el confinamiento solos o han perdido su trabajo y los grupos de menor edad.
Estas son algunas de las conclusiones de una investigación liderada por la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) en la que han participado también expertos de la Universidad de Barcelona, la Universidad de Murcia, la Universidad Miguel Hernández, la Universidad de Granada y la UNED. La investigación ha contado con una muestra de 6.829 personas de entre 18 y 92 años de todas las comunidades autónomas, ha informado este lunes la UPV/EHU en un comunicado.
Se ha elaborado un cuestionario virtual, diseñado a partir del estudio anterior, para que sea contestado por los 6.789 participantes de la encuesta, lo que ha permitido obtener conclusiones «generalizables» sobre los efectos de la pandemia y del confinamiento a nivel «emocional, cognitivo y conductual», afirma la UPV/EHU.
El 76 % de los encuestados reportó un aumento de la incertidumbre, que en el grado máximo fue remarcado por el 12 % de mujeres frente al 6 % de los hombres. El 46 % de los encuestados afirmó que ha experimentado un aumento en su malestar psicológico general, que ha sido mayor en las personas que se han visto afectadas por la enfermedad, las mujeres y los más jóvenes.
La sensación de irrealidad fue destacada por el 38 % de los hombres y el 48 % de las mujeres, mientras 8 % y el 15 % de cada uno de los grupos, respectivamente, calificaron que esa impresión se incrementó «mucho», mientras uno de cada tres reconocieron que han tenido problemas de concentración.
Un 44 % de los participantes remarcaron que ha disminuido su optimismo y confianza y un 49 % que los sentimientos de vitalidad y energía han empeorado, un efecto que también se ha vivido en mayor media entre las mujeres, en grupos más jóvenes, en personas afectadas por COVID-19, con peor situación laboral y en zonas con mayor incidencia de la pandemia.
En general, el estudio constata un aumento de los sentimientos de irritabilidad y enfado, percibidos por el 47 % de los participantes de la muestra, y de los cambios de humor, por el 45 %, más perceptible en los de menor de edad, mujeres y quienes han tenido síntomas de COVID-19. Con respecto a los cambios de conducta , más del 40 % ha reconocido que ha incrementado el consumo de alimentos de alto contenido calórico, mientras que el 46 % redujo la práctica de ejercicio físico. El 70 % ha utilizado en mayor medida que antes del estado de alarma las redes sociales mientras el 67 % ha señalado que ha visto más televisión y el 64 % ha jugado más a los videojuegos.
Consideran que son más de 100.000 las personas que podrían presentar problemas de complicación en el duelo en los próximos meses por lo que recomienda informar a la población sobre este proceso, detectar casos de mayor riesgo, facilitar pautas para realizarlo y ofertar ayuda profesional en los casos más complicados.