Unos dos millones de españoles han sido ya vacunados con la primera dosis de la vacuna de AstraZeneca, y gran parte de ellos, todos los menores de 60 años, quedan pendientes de lo que decidan las autoridades sanitarias sobre la segunda dosis.
El Ministerio de Sanidad y las comunidades han acordado paralizar la vacunación frente al paralizar la vacunacióncovid, y continuar administrándola entre los que tengan de 60 a 65 años.
El futuro de las segundas dosis pendientes queda a la espera de lo que se decida en la Comisión de Salud Pública y se traslade al Consejo Interterritorial aunque Sanidad ya baraja no llegar a poner esa segunda dosis, ya que la primera ya protege en un porcentaje elevado, o completar la pauta con otra vacuna.
Los segundos pinchazos se podrían empezar a inocular en unos quince días, a partir del 20 de este mes de abril, cuando se cumplen las 10 semanas recomendadas por la farmacéutica desde la primera inoculación.
Las primeras vacunas de AstraZeneca se comenzaron a inocular la segunda semana de febrero y en pocos días se administraron en España algo más de un millar de dosis al colectivo de personas de entre 18 y 55 años de servicios de emergencia, policías, docentes o personal sociosanitario, pues este era el rango de edad para el que estaba recomendada.
La administración comenzó a ritmo lento, pero ha ido creciendo sustancialmente durante el transcurso de la campaña hasta superar a día de hoy la media de 70.000 sueros diarios, tras ampliarse su cobertura a personas mayores de 55, en concreto de 60 a 65 años.
Tras Pfizer, AstraZeneca es el suero más inoculado, de manera que de las 9,3 millones de dosis de las tres vacunas autorizadas que las comunidades han inyectado, algo más de 2,1 millones corresponden a esta farmacéutica. Es decir, su peso en la campaña representa hasta ahora algo más del 20 % de la vacunación total, teniendo en cuenta que aún se encuentra en su primera etapa.
España tiene contratado con AstraZeneca hasta el momento más de 12 millones de vacunas y ha recibido 3,2 millones.
Sin embargo, la campaña de vacunación con la profilaxis anglo-sueca ha discurrido con luces y sombras, en unas ocasiones por la falta de dosis suministradas por la empresa -con sonados enfrentamientos con la Unión Europea- y en otras por la alarma generada tras la aparición de casos de trombosis en varios países europeos.
Estos casos provocaron su suspensión el 16 de marzo en España durante 9 días, periodo en el que se dejaron de pinchar en torno a 350.000-400.000 nuevas vacunaciones.
Desde el 25 de marzo, tras retomarse la vacunación con AstraZeneca en España, se han inoculado algo más de 900.000 dosis y la vacuna representa uno de los principales ejes para avanzar en la erradicación de la enfermedad, una vez que se administró a docentes, personal sociosanitario y miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.