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Hoy se cumplen dos años del trágico derrumbe del vertedero de Zaldibar (Vizcaya), en el que dos trabajadores, –Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán, de 62 y 51 años respectivamente–, murieron sepultados entre toneladas de tierra y residuos tóxicos.
Mientras el cadáver de Alberto fue localizado, el de su compañero, que previamente había alertado del riesgo de la instalación, nunca ha sido encontrado, siendo el 14 de mayo de 2021 cuando las autoridades del País Vasco decidieron dar por terminadas las labores de búsqueda tras 15 meses de trabajo infructuoso.
El suceso, además de sembrar la desolación entre los familiares y vecinos de la zona, generó la alarma y el pánico ante la toxicidad de los residuos del vertedero, así como por el alza de los niveles contaminantes, lo que desató las protestas de numerosos colectivos que luchan por la conservación y preservación del medioambiente.
Dos años después del derrumbe de la escombrera de la empresa Verter Recycling, recordando lo acontecido cientos de personas se han manifestado este domingo en Ermua reclamando que se depuren todas las "responsabilidades" por la catástrofe.
En la protesta, a la que se han sumado más de medio centenar de colectivos vascos, la plataforma ‘Zaldibar Argitu’ ha homenajeado junto al vertedero a los dos trabajadores fallecidos en el lugar y han criticado la gestión llevada a cabo por el Gobierno Vasco.
Instantes antes de que iniciase la manifestación, Carlos Alonso, abogado y portavoz de La Asociación Vecinal de San Lorenzo, en Ermua, la plataforma ciudadana Zaldibar Argitu y la asociación Ekologistak Martxan, ha denunciado que dos años después de la tragedia humana y la catástrofe medioambiental las tres entidades reclaman "responsabilidades".
"Sobre todo recordamos a las dos personas que murieron sepultadas por la avalancha de basuras y escombros, pero también exigimos responsabilidades. No olvidamos, pero miramos al futuro", han subrayado.
Concretamente, han recordado que hay responsables de la tragedia: "No solo, aunque sean los primeros y principales, los gestores del vertedero, Verter Recycling", sino también quienes debían haber "supervisado y controlado" el funcionamiento de la instalación y "no lo hicieron".
"Otras empresas, ingenierías y consultoras colaboraban en la vigilancia del vertedero que debieron ver y no vieron cómo la instalación anunciaba su derrumbe", ha denunciado Alonso.
Del mismo modo, ha resaltado, "sobre todo", la responsabilidad del Gobierno Vasco que, "desde 2013 se ha limitado a dar autorizaciones sucesivas ampliando la capacidad y el tipo de residuos que se podían enterrar en Zaldibar".
A este respecto, ha denunciado que, sin embargo, el Ejecutivo no ha ejercido "las potestades de vigilancia y control a las que estaba obligado".