Ya no falta nada para una de las festividades más esperadas del año para los madrileños: el próximo 9 de noviembre se conmemora a la virgen de La Almudena, patrona de la capital. Su historia está cargada de misterio pero el hecho clave para esta celebración es el hallazgo de una imagen de la virgen escondida durante más de 300 años ante la inminencia de la invasión árabe. Tras años de búsqueda, y ya en tiempos de la reconquista de la ciudad por Alfonso VI, el 9 de noviembre de 1085, con el pontificado de Gregorio VII, la imagen fue hallada, algo que desde entonces celebra el pueblo madrileño. ¿Dónde se encuentra la virgen de La Almudena a día de hoy y por qué?
Se dice que la Virgen de La Almudena llegó a España gracias al apóstol Santiago y se convirtió en una imagen muy venerada por el pueblo madrileño, que por aquel entonces no era más que una pequeña villa. Eso sí, en aquella época se la denominaba 'Santa María de la Vega' o de 'La Concepción Admirable". Para evitar la profanación de su imagen, los madrileños decidieron esconderla en un depósito de trigo de la muralla que rodeaba a la villa de Madrid.
El recuerdo de la Virgen permaneció durante siglos en la memoria de la población, hasta que el rey Alfonso VI de León reconquistó la ciudad, encontrando al cabo de un tiempo su imagen oculta. Esta imagen de la Virgen fue trasladada hasta la parroquia de Santa María, que fue demolida en 1868 para ampliar la calle Bailén. Desde entonces se llamó Virgen de La Almudena, por haber estado oculta en un almudín (al-mudy) o depósito del trigo, aunque existen otras teorías al respecto: 'Almudena' podría proceder de la palabra árabe al-mudayna, que significa "ciudadela".
La imagen actual de la Virgen de la Almudena fue coronada el 10 de noviembre de 1948 y declarada patrona de la diócesis de Madrid por el papa Pablo VI el 1 de julio de 1977. Según recoge el Templo en su página web, la talla actual de la Virgen de la Almudena data de finales del siglo XV o principios del XVI y fue realizada por un escultor relacionado con el maestro Diego Copín de Toledo o por él mismo.
Así, esta advocación mariana de la Virgen María es venerada en la Catedral de Santa María de la Almudena, consagrada por el papa Juan Pablo II en 1993, tomando el relevo de la Colegiata de San Isidro, que había sido la catedral provisional de Madrid desde 1885. La imagen que se conserva actualmente en la catedral madrileña es de estilo gótico tardío y representa a María como reina con túnica rojiza y rico manto recamado, con vuelta en color azul, que cubre sus hombros y cae en pliegues tubulares por delante. La virgen, además, sostiene con ambas manos al Niño, y está tallada en madera dorada y policromada.
La imagen de la Virgen se encuentra en un trono de plata de estilo barroco, regalado por la Villa de Madrid en 1640 bajo el reinado de Felipe IV. A su lado se ubican dos grandes ciriales de plata de la misma fecha, y la rodean ángeles adoradores y una media luna a los pies, todo ello del siglo XIX.