El pelo puede tener una segunda vida: cómo donarlo para ayudar a los enfermos de cáncer
Existen asociaciones que realizar pelucas para pacientes sin recursos
Los mechones deben medir más de 30 centímetros
Se puede acudir a peluquerías solidarias o enviarlo por correo
Uno de los efectos secundarios de someterse a un tratamiento oncológico suele ser la pérdida del pelo. Un hecho que afectar anímicamente a los pacientes y que hace que la enfermedad deje de ser privada, para convertirse en algo público. Especialmente para las mujeres, ya que los hombres en cierta forma están exculpados porque ser calvo puede llegar a ser algo normal.
Muchas son las mujeres que optan por utilizar peluca. Una opción cara, rondan los 1.500 euros, y que no todo el mundo se puede permitir. Sin embargo, existen diversas organizaciones de carácter no lucrativo que confeccionan las pelucas a media para enfermas que no tienen suficientes recursos. Ellas pagan una pequeña cantidad o incluso cero, dependiendo de su renta.
MÁS
Para poder llevar a cabo este proyecto, las asociaciones consiguen el pelo de forma solidaria y así, el coste de la peluca desciende en más de un 70%. Ejemplos de ello son Peluca solidaria o Mechones solidarios. Unos proyectos a los que se puede ayudar de forma muy simple: tan solo hay que acudir a una peluquería y decidir deshacerse de la melena.
Aunque depende de cada tipo de asociación, para poder donar el pelo hay que cumplir una serie de características. El tamaño, en este caso, es esencial. La mayoría reclaman como mínimo 30 centímetros para poder confeccionar las pelucas. En el caso de los niños hasta 14 años, este requisito baja hasta los 20 centímetros. Además, no se admite pelo tratado con henna.
El resto, es mucho más fácil. El pelo debe estar limpio, seco y recogido en una coleta o trenza cuando se entrega. Da igual el tipo (rizado, ondulado o liso), si está tratado químicamente, es decir, con mechas o permanentes, o si está cortado a capas. Además, también es indiferente quién lo done, tanto hombres como mujeres.
Por otra parte, donar el pelo es mucho más fácil de lo que puede parecer. Basta con ir a alguna de las peluquerías solidarias que forman parte de la red de las asociaciones, en las que te cortan el pelo por cinco euros. Los ciudadanos también pueden ir a la peluquería de siempre y después enviar el pelo por correo. Una acción muy fácil, pero que puede ayudar a muchas personas en unos duros momentos.