Es la Unidad de Montaña de la Guardia Civil es la unidad de élite más prestigiosa en rescates. Son capaces de llegar donde nadie lo hace. Un grupo que está especializado, también, en salvamento en cuevas a gran profundidad. Para ello emplean cargas de dinamita que permiten abrir hueco evitando los derrumbes.
Un espeleólogo está atrapado y resulta imposible continuar avanzando por un hueco así. "La camilla por donde había entrado no salía, no cabía y los rescatadores no podían seguir adelante con el rescate", cuenta Pablo Villabrille, jefe de la Unidad de Montaña de la Guardia Civil de Cangas de Onís. La solución: explosivo.
Con un taladro se perfora, se introduce la carga y se detona. La onda expansiva es mínima. Gracias a la explosión, la cavidad abierta permite el rescate. Esta técnica se empleó en el pozo que se tragó al pequeño Julen.
La explosión controlada permitió llegar, aunque tarde, al cuerpo del pequeño. Una técnica cada vez más depurada, que salva vidas en situaciones extremas y de la que la Guardia Civil es un referente a nivel mundial.