Las dificultades del rescate de Julen

La boca del pozo por el que ha caíso Julen es grande como para que quepa un niño, pero demasiado pequeña para que lo haga un rescatador. Los expertos en canalizaciones explican que además no está canalizado, por lo que existe peligro de desprendimiento de las paredes. La opción de la excavación paralela requiere por ello mucho cuidado. Las condiciones de temperatura en pozos como este no son duras, suele haber unos 20 grados, pero falta el aire y puede haber humedad. Pueden quedar por delante al menos dos días de duro trabajo hasta llegar al niño.