La Policía Nacional ha detenido a tres jóvenes de entre 20 y 25 años, dos hombres y una mujer, por su presunta relación con la muerte violenta de Samuel, el joven de 24 años que falleció en A Coruña en la madrugada del pasado sábado 3 de julio tras recibir una paliza, según han informado la Policía Nacional.
Los 3 jóvenes de entre 20 y 25 años, vecinos de A Coruña, detenidos como presuntos autores de la agresión violenta que acabó con la vida de Samuel Luiz, son amigos y no conocían de nada a Samuel. Ahora mismo están declarando el tercero de ellos. Los dos primeros han aclarado que estaban muy borrachos y que al salir del pub vieron a Samuel y su amiga haciendo un facetime aunque en ese momento pensaron que les grababan a ellos. Lo inexplicable es la agresividad que se desataron contra Samuel al que persiguieron durante un minuto interminable golpeándolo sin piedad. Participaron muchos más jóvenes, por eso la investigación continúa abierta hasta el total esclarecimiento de los hechos. No se descartan más detenciones en próximas horas. Con el visionado de las imágenes tratan de aclarar el papel de cada uno de los participantes en la agresión.
Han declarado también 15 testigos. Pablo Barrón, su mujer y su amigo Marco, han declarado a la policía porque se cruzaron con los que ellos creían que era los agresores justo cuando acababan de rematar a Samuel en el suelo. Pablo aseguraba a informativos Telecinco que por el aspecto “eran latinos”, unos 12 y que no corrían pero andaban deprisa. Se los toparon de frente. Acababa de escuchar un ruido “como cuando se rompe una botella”. Y tras ese sonido, se cruzó con el grupo dijo.
Cuando llegaron hasta donde estaba Samuel, lo vieron tirado en el suelo. El primero que atendió a Samuel fue Marco que lo consoló; le puso de lado, le dio un masaje cardiaco y evitó que se ahogara. Samuel tenía una herida muy profunda en la cabeza y el cuerpo muy malherido. Los golpes eran evidentes. La autopsia preliminar habla de golpe severo en la cabeza y politraumatismos. Como si fuera su propio hijo le atendió.
Mientras, Begoña llamaba a la ambulancia. Pero cuando llegó la primera ambulancia, no estaba medicalizada. Hubo que llamar a una segunda ambulancia que tardaría media hora por lo menos. Otros testigos vieron desde sus balcones al grupo que daba patadas cuando Samuel estaba en el suelo. Pero la agresión no había comenzado en el lugar donde cayó y se amontonan las flores y las fotografías del joven de 24 años.
Samuel fue perseguido por el paseo; 200 metros desde la puerta del pub donde todo empezó. Intentó escapar de la manada que le dio caza y lo golpeó durante todo el recorrido. Las cámaras de tráfico, de la Policía local de A Coruña, de entidades de la zona y de testigos que grabaron, están sirviendo para identificar a cada uno de los agresores. El primer agresor, el que inicia la discusión, está perfectamente identificado por la videollamada que hacía Samuel con dos amigas. Ocurre frente al Andén.
Lina estaba con Samuel y salieron de la discoteca para tomar un descanso y llamar a Vanesa, pareja de Lina. En ese momento el agresor pasó con una chica y se encaró con Samuel y Lina, con el pretexto de que dejaran de grabar. Los chicos le dijeron que estaban haciendo una videollamada privada, incluso Vanesa desde su casa, a través del teléfono, le dijo que no estaban grabándole a él. Pero el agresor sin mirar a Lina se encaró con Samuel, le dijo que parara de grabarle insultándole “maricón de mierda”. Dos veces profirió los insultos. Samuel le dijo “maricón de qué” y automáticamente el agresor se abalanzó y comenzó a dar puñetazos a Samuel. Lograron separarlo, pero no paró. Corrió a buscar a sus amigos. Cuando Samuel creía que todo había terminado, le pidió a Lina que le recogiera su móvil; lo había perdido durante la agresión. Fue ahí cuando se quedó solo y llegó el grupo. Comenzaron las carreras, cruzó la calle. Le persiguieron. Le golpearon durante el recorrido. Lina detrás intentó llegar a tiempo. Pero cuando alcanzó a Samuel ya estaba en el suelo moribundo. Algunos testigos escucharon los insultos homófobos mientras Samuel recibía una brutal paliza. Pero la policía en principio y con los datos que ha obtenido hasta ahora, cree que no fueron a por él por ser gay, y que no es un delito de odio.