Los detenidos llegaban a cobrar entre 500 y 1.500 euros por presentarse a la prueba.
La Policía detiene a 41 personas por suplantación de identidad y falsedad documental en los exámenes para lograr la nacionalidad española
Con altos conocimientos sobre la cultura y el idioma, se hacían pasar por otros extranjeros en las pruebas del Instituto Cervantes
Llegaban a cobrar entre 500 y 1.500 euros por presentarse a la prueba, con DNI falsos o directamente engañando con el gran parecido físico
La Policía Nacional ha detenido a 41 personas por falsificar documentos y suplantar la identidad de ciudadanos extranjeros para presentarse en su nombre a los exámenes para obtener la nacionalidad española, en la Comunidad de Madrid. Un test de 25 preguntas, algunas de ellas demasiado complicadas, para quienes no han crecido en el país y para quienes no tienen hábito ni tiempo de estudio. Los detenidos contestaban a las cuestiones en su nombre a cambio de dinero.
Cobraban entre 500 y 1.500 euros para presentarse a la prueba y dominaban perfectamente la materia. "En su lugar se presentaba otra persona con elevados conocimientos del idioma y conocimientos españoles y se hacía pasar por él", explica la portavoz de la Policía Nacional, Beatriz Casabán.
Las preguntas del examen, en ocasiones, no son nada fáciles
El examen para conseguir la nacionalidad es de 25 preguntas y algunas no son nada fáciles. "La mayor dificultad que suelen encontrar, son los extranjeros de habla no hispana, son preguntas de cultura general", señala Rocío Valero, abogada de Extranjería.
Preguntas muy difíciles como esta: '¿Cuántos senadores se eligen en las ciudades autónomas de Ceuta o Melilla?' 1, 2 o 3. Que se complican cuando el tiempo de estudio se reduce de entre tres a seis meses.
Los detenidos suplantaban la identidad con DNI falsos
La policía detectó que suplantaban la identidad con DNI falsificados. En el transcurso de la operación policial, los agentes lograron detectar 38 documentos de identidad falsos cuya fotografía estaba alterada y no se correspondía con el alumno inscrito a las pruebas, presentándose en su lugar otro individuo que fingía tratarse del aspirante real.
En otros casos, se producían usurpaciones de identidad, donde los presentados al examen usaban el verdadero documento identificativo de la persona inscrita, aprovechando su parecido físico, y por tanto haciéndose pasar por él para lograr los certificados de conocimientos e idioma necesarios para ser ciudadano español, que imparte el Instituto Cervantes.