Enorme tensión la que se ha vivido esta noche en la localidad de San Vicenç dels Horts, en Barcelona, tras una pelea callejera. Los Mossos acudieron al lugar pero uno de los jóvenes se resiste a ser detenido y acaba destruyendo a patadas uno de los coches patrullas.
Una multitud acorrala a los agentes mientras escuchamos como un detenido golpea el cristal del coche patrulla desde el asiento de atrás.
De repente, el detenido revienta el cristal sale por la ventanilla tratando de escapar y se sube al techo del vehículo. Un agente consigue agarrarlo de una pierna. Está fuera de sí. Tiene la mano ensangrentada.
Los Mossos le bajan del techo, le ponen de espaldas y ahora sí le colocan unas esposas.
Con las manos atrás utiliza la cabeza para reventar también la luna trasera del coche patrulla.
Una escena insólita. Cuatro agentes son necesarios para llevarse al detenido. Todo comenzó al parecer con una pelea.