"Nos ha quemado vivas a mi niña y a mí". Eran las palabras de Ana Mari ayer desde el hospital a Informativos Telecinco. Agentes de los Mosso d'Esquadra han detenido en la mañana de este miércoles al hombre acusado de agredir con sosa cáustica a una mujer con la que se había obsesionado y a la hija de ésta. La detención ha sido realizada en Sant Feliu de Guíxols (Girona), la localidad donde tuvieron lugar los hechos. Lo encontraron en una zona boscosa. Nada más y nada menos que diez denuncias presentó la mujer ante el acoso del hombre, obsesionado`con ella - la familia desmiente que entre ellos hubiera una relación- sin obtener un resultado satisfactorio y finalmente tuvo que ocurrir la tragedia para que el hombre haya sido detenido. En estos momentos se encuentra en la comisaría de Sant Feliu. El hombre se había escondido en las afueras del municipio.
"Me cogió y me echó una botella de ácido y nos ha quemado vivas a las dos, a mi niña y a mi. Ya no veo por este ojo, me ha quemado la retina, y tengo quemada la cabeza y el cuerpo". El terrible testimonio de Ana Mari, que sacaba fuerzas de flaqueza para denunciar desde el hospital Vall d,Hebrón, en Barcelona,impactó ayer en toda España. Tanto ella como la pequeña están graves pero no se teme por su vida. Ana Mari fue capaz al menos de proteger a su pequeña y evitar que esta, con quemaduras en la cara, sufriera daños irreversibles.
Ana Mari, casada y con dos niños, no pudo más cuando el hombre, que le ha llegado a lanzar piedras a su casa y enseñado fotos al marido de Ana Mari supuestamente íntimas con ella. Aún así la familia ha sido una piña durante estos tiempos de acoso y de miedo. Fuera como fuese, hubiera o no una relación entre ambos, los hechos están claros. Ana Mari estaba siendo continuamente acosada. Y estalló, no pudo más. Por eso reconoce que esta vez, ante las llamadas del acosador, quiso enfrentarse con él cara a cara y acabar con la pesadilla al fin. "Fue en mitad de la escalera, yo iba a bajar a pelear con él, pero no sabia que él llevaba nada si no, no bajo". Ana Mari
El agresor también ha denunciado al marido de Ana Mari por un presunto intento de atropello. El caso está en manos un juzgado de violencia de género.
Pero el hombre esta vez no llevaba piedras sino sosa y su intención era arrojársela a la mujer. Dejarle una marca para siempre o incluso acabar con su vida. Llevaba también cuchillos en una bolsa según la versión de Ana Mari. Esta vez ella solo pudo proteger lo más que pudo a su hijo y tendrá las marcas de su acosador de por vida. "Me acosaba mucho. Siempre me decía que si no estaba con él me iba a quemar y a sacar los ojos. Hasta que no lo ha hecho...hasta que lo ha conseguido". Porque Ana Marip puede perder la vista de uno de sus ojos. Pero este, al fin, ha sido detenido.