La Guardia Civil ha detenido a un hombre en la localidad de Milladoiro, en el municipio de (A Coruña), por la comisión de varios delitos de explotación sexual de menores y contra la intimidad de las personas. Milladoiro es una pequeña aldea gallega perteneciente al municipio de Ames, cerca de Santiago. Allí la Guardia Civil ha detenido a un hombre acusado de varios delitos, entre ellos la explotación sexual de menores o contra la intimidad de las personas. Y lo peor es que lo ha hecho utilizando a la hija de su pareja.
Fue una agencia norteamericana quien dio la voz de alarma. El Centro nacional para los niños explotados y desaparecidos (NCMEC, por sus siglas en inglés) se puso en contacto con la Guardia Civil y alertó de que una persona desconocida estaba subiendo imágenes de una menor desnuda a internet grabadas sin su consentimiento desde España.
Según la información inicial, indican las mismas fuentes, una persona sin identificar compartía fotografías de una menor de edad tomadas sin su conocimiento mientras se encontraba desnuda en un cuarto de baño.
Los expertos en delitos telemáticos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil comenzaron a trabajar en el asunto en el marco de la Operación Pixels. Localizaron otras fotografías, así como vídeos en los que se podía ver a una mujer adulta mientras mantenía relaciones sexuales con un hombre y montajes fotográficos que comparaban físicamente a esta persona con otra menor de edad.
El registro de la vivienda del hombre permitió encontrar material pornográfico, así como cuentas en varias redes sociales usadas para compartir las imágenes. Sin embargo, su actividad delictiva iba aún más allá ya que había instalado un software malicioso en el ordenador de la hija de su pareja que le permitía acceder a sus archivos, ver lo que hacía en tiempo real o espiar sus conversaciones.
Además, podía activar la cámara del ordenador y, por tanto, grabarla mientras se cambiaba de ropa. También había instalado una cámara oculta en el cuarto de baño para poder grabarla y todo ese material lo utilizaba para hacerse pasar por una chica en redes sociales y pedir fotos y vídeos de carácter a otras jóvenes, engañándolas con su identidad.
Tal y como publica La Voz de Galicia, los agentes encargados del caso también encontraron vídeos y fotografías subidas de tono de antiguas parejas del investigado, a las que él habría grabado sin consentimiento. Además, habría compartido esos archivos en una red social especializada en el intercambio de fotografías y vídeos sexuales.