Una mujer ha sido detenida acusada de un presunto delito de abandono temporal de menores en Málaga tras haber dejado sola a su hija de siete años en casa de madrugada. Los hechos ocurrieron hace unos días y fue la propia menor la que dio la voz de alarma.
La pequeña se pegó a la puerta de casa, que estaba cerrada con llave, y gritó desconsolada para pedir ayuda. Gracias a sus gritos un familiar que vive en el mismo bloque pudo escucharla y, al comprobar que la menor se encontraba sola en casa, llamó a Emergencias y se activó un operativo policial, como recoge Diario Sur.
La Policía Local acudió al domicilio sobre las dos de la madrugada, y la niña, a través de la puerta, los contó que se había despertado y que estaba sola en casa, por lo que tenía miedo. Ante la imposibilidad de acceder, las autoridades contactaron con los Bomberos, que finalmente lograron acceder al interior de la vivienda a través del balcón.
La pequeña se encontraba en buen estado pero muy asustada y nerviosa por lo ocurrido. Justo en ese momento llegó la madre, una mujer de unos cuarenta años, alterada por la presencia de las autoridades. Los bomberos se encontraban en el interior custodiando a la niña.
La mujer aseguró que había tenido que salir solo un momento de casa, pero aún así la policía procedió a su detención por un presunto delito de abandono temporal de menores. La pequeña se quedó a cargo del familiar que había avisado a Emergencias. Fue el propio familiar el que alertó a los agentes de que no era la primera vez que algo así ocurría, aunque nunca se había detenido a la madre.
Hace solo un mes, agentes de la Policía Local de Elche (Alicante) vivieron una situación similar: detuvieron a una mujer como presunta autora de un delito de abandono de menor después de encontrar, tras recibir un aviso vecinal, a su hijo de dos años encerrado en el patio de luces de una vivienda, solo, llorando, mojado por la lluvia y por su propia orina, debajo de una sombrilla.
Según informó el consistorio ilicitano en un comunicado, los hechos sucedieron sobre las 12.00 horas del pasado 27 de noviembre cuando se recibió un aviso vecinal en el que se alertaba del llanto de un niño de corta edad durante cerca de una hora, una situación que llamó la atención por "anómala" a las personas que alertaron a la Policía.
Una Unidad Territorial de Policía Local se dirigió al lugar, donde pudo confirmar el lloro procedente de un patio de luces. Con la colaboración de una de las vecinas colindantes y la ayuda de una escalera comprobaron la presencia de un menor, de unos dos o tres años, que estaba en pijama, bajo una sombrilla de playa y sobre una colchoneta para mascotas, mojado por la reciente lluvia y su propia orina.
El niño se mostraba "claramente nervioso y tembloroso" por el frío, por lo que uno de los agentes accedió al patio para auxiliarlo. Debido a la corta edad del menor, no fue posible que explicara cómo había llegado allí y el motivo. El policía sacó al pequeño del lugar para ser atendido correctamente por la otra componente de la patrulla.