Por San Antón vienen a sus bendiciones con su mascotas más queridas. Y a por los panecillos del Santo que aguantan todo un año tan tiernos como el primer día. Es el caso de Niza, una chiguagua de tres años, que fue como un juguete roto hasta que fue adoptada por Silvia.
Como en una pasarela de moda los perros desfilan en el barrio de Chueca durante las Fiestas de San Antón. Sus tristes vidas cambiaron al encontrar a buenos compañeros humanos. Y viceversa, porque el "cariño que dan no se cambia por nada del mundo".