Diez personas han sido detenidas por la Guardia Civil en el marco de la Operación Benimary, tras comprobar que formaban una organización delictiva dedicada a estafar mediante la venta de autocaravanas. Llegaron a obtener 171.547 euros de sus víctimas.
La banda estaba asentada en Galicia y Castilla la Mancha, de hecho la investigación comenzó tras varias denuncias en la ciudad de Lugo. Anunciaban autocaravanas a la venta en portales de internet, que en realidad no poseían. Cuando llegaban a un acuerdo con el comprador, le pedían un adelanto económico como señal o un pago parcial. Una vez recibían el dinero, las víctimas no volvían a tener noticias de los supuestos vendedores.
Aunque era mentira, tenían 5 caravanas que habían robado para utilizarlas como “gancho” para el engaño y la posterior venta. Con el tiempo, cambiaron el modus operandi: alquilaban este tipo de vehículos a empresas para luego, con la documentación en la mano, venderla, sin que el arrendador ni el comprador supieran de la estafa. Las cantidades por la venta de cada vehículo oscilaban entre los 30.000 y 40.000 euros.
El dinero lo recibían en cuentas bancarias abiertas mediante la modalidad online. Para retirar el dinero, usaban tarjetas asociadas a las entidades bancarias abiertas. A la hora de la entrega de esa tarjeta por parte del servicio de mensajería, los datos eran erróneos y, por tanto, el mensajero no podía entregar la tarjeta ni ponerse en contacto con el cliente. Así, los estafadores la recogían personalmente. Cuando retiraban el dinero, usaban gafas de sol e incluso pelucas para evitar la identificación. Sacaban entre 1.000 y 2.000 euros cada vez en distintos cajeros.
Como resultado de la operación policial, se han localizado 21 víctimas de estafas y 24 víctimas de identidades usurpadas. Además, han bloqueado 22 cuentas bancarias, de las que 7 habían sido dadas de alta con nombres de personas ajenas a la banda.