El desconocimiento o la vergüenza a la hora de devolver un producto ya usado provoca que miles de compradores no reclamen y hagan valer la garantía del artículo. Una garantía que en la mayoría de casos, incluida la ropa, dista de 2 años.
No importa si el artículo dejó de fabricarse o si corresponde a otra temporada, la empresa deberá responder antes las faltas de conformidad del cliente que se produzcan en un plazo 2 años desde la compra. Eso sí, siempre que se trate de un defecto de fábrica y no del uso inadecuado del artículo. Incluido, si la prenda, zapato o accesorio fue comprada en rebajas.
Se entiende que todo artículo debe de tener una calidad y una vida útil. En este aspecto, la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios ampara al consumidor que invierte su dinero en un artículo, ya sea un pantalón, un jersey o unos zapatos.
Cuando el cliente compra y estrena un artículo, suele obviar la posibilidad de devolver el artículo llegando incluso a tirar la factura de compra. Algo que no imposibilita la devolución del artículo. En algunas tiendas de ropa basta con demostrar que el artículo pertenece a la marca y alegar que después de tanto tiempo no pensaba devolver el artículo. Aunque siempre es mejor tener el comprobante de la compra.
Si el artículo resulta no tener la calidad óptima, la empresa tiene la posibilidad de cambiar el artículo por uno nuevo, devolverle al consumidor el importe completo o facilitarle la opción de adquirir otro producto de características similares o de igual precio.
Se entiende por defecto de fabricación cualquier tara que no haya sido responsabilidad del cliente. Se admitirá como tara cualquier prenda que se rompa o deteriore que se utilice adecuadamente. En este sentido es imprescindible seguir las instrucciones que recoge la etiqueta.
Las taras más comunes suelen estar relacionadas con la calidad del tejido de la prenda.
La OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) aconseja conservar la garantía o justificante de la compra para evitar problemas así como en la medida de lo posible, comprar en establecimientos que permitan la devolución del producto o del dinero.
Asimismo, advierte que si el establecimiento ha cerrado, lo mejor es dirigirse al fabricante o productor del bien. Si el artículo es de segunda mano, la mejor opción es pedirle al vendedor la factura original del artículo.
La garantía para los artículos de segunda mano es de 1 año si lo vende el fabricante y de 6 meses si lo vende un particular tal y como especifica la OCU.