Denuncia en Santiago que su vecino abusó sexualmente de su perra y le provocó infecciones vaginales
Animalistas piden "contundencia" para evitar nuevos casos "vomitivos"
Insisten en que estos "no están debidamente sancionados"
La Policía Nacional investiga a un vecino de Santiago de Compostela por un delito de maltrato animal en relación a supuestos tocamientos de carácter sexual a una perra.
A principios de semana un vecino de la capital gallega ha denunciado supuestos tocamientos a su perra, hechos tipificados como un delito de maltrato animal.
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El denunciante asegura que tuvo que llevar en varias ocasiones a su perra de raza bóxer al veterinario por infecciones. Los profesionales no encontraban la causa que le provocaba al animal aquellos problemas, hasta que le aseguraron que las infecciones provenían de haberle introducido al animal algún objeto.
El dueño de la perra decidió poner una cámara y captó las imágenes del vecino supuestamente abusando del animal. Con las imágenes en la mano acudió a la policía para denunciar lo sucedido.
Por ello, los hechos se encuentran "en fase de investigación" por parte de la Policía Nacional de la comisaría de la capital gallega, han apuntado las mismas fuentes.
Reclaman contundencia
A raíz de esta denuncia, los colectivos animalistas Libera y Fundación Franz Weber han señalado que se trata de "contextos puntuales", pero que "no están debidamente sancionados". Al respecto, puntualizan que el Código Penal "recoge penas de hasta un año de cárcel por la explotación sexual de animales" y reclaman "contundencia" para "evitar nuevos casos vomitivos" como el investigado en Santiago.
"Hasta 2015 la zoofilia no estaba contemplada como delito en España y el Código Penal lo ha incluido en el tipo relativo al maltrato animal, el artículo 337, que recoge penas de prisión de hasta un año, si la crueldad ejercida no acaba con la vida del mismo o no se hubieran empleado armas u objetos, y la inhabilitación para la tenencia, comercio o profesión relacionada con animales por un máximo de 36 meses", han expuesto los animalistas.
Además, inciden en que "el caso evidencia todavía más sadismo si se tienen en cuenta las declaraciones del responsable del animal" en las que se "refleja que la perra de raza boxer tuvo que ser trasladada en varias ocasiones a una clínica veterinaria por infecciones en varias zonas del cuerpo, entre ellas sus órganos genitales".
Por parte de la Fundación Franz Weber y la Asociación Animalista Libera señalan que actualmente "ninguna persona sin antecedentes penales está en prisión por casos de explotación sexual de animales", por lo que reivindican "un endurecimiento de la normativa" para "enviar un mensaje contundente a todos los degenerados que explotan sexualmente a los animales" e "incluso contra aquellos que difunden estos contenidos en Internet", concluyen.