“Dios no querrá que disfrute de un dinero manchado por la muerte de su hijo al que no cuidó, ni del que se preocupó”. Al menos es lo que dice un hombre que ha publicado una carta abierta para contar la situación que deben afrontar tras la muerte de su hermano en accidente de tráfico. El padre, que nunca ejerció como tal, ahora reclamar la parte de la indemnización que le corresponde por ley.
Javier Cancelas cuenta en Facebook que, tras 20 años sin contacto con su padre, al que tuvieron que reclamarle judicialmente la pensión de alimentos, ahora exige la indemnización que le corresponde por la muerte de su hijo en un accidente.
Asegura este hijo que su padre se negó a colaborar con los gastos del funeral del hijo fallecido. “Ni un euro…” dijo.
Cancelas dice que en una reunión con su padre en el Consistorio de Moaña “reconoció ante la abogada del ayuntamiento que daba palizas constantemente a su ex-mujer y a sus hijos y que en una de ellas mató un feto de casi siete meses de embarazo y mando en la ambulancia a su hijo de 14 años y él ni aparecer por el hospital..... Después de decir que hizo mirar a sus hijos de 11, 12 y 13 años como él cortaba con una motosierra los muebles de su dormitorio de matrimonio mientras nosotros no sabíamos si iba a cortar también a nuestra madre o incluso a nosotros, alegando que “bueno... los muebles los había comprado él”, después de reconocer todas estas atrocidades que parecen sacadas de una película de terror pero que son reales y que la propia letrada del Concello pudo escuchar, creo que atónita… Lejos de pedir perdón y honrar tu muerte, aparece pidiendo sus derechos como padre ante una posible indemnización por el accidente de tráfico”, escribe el hijo en redes con el objetivo de que todo el mundo conozca la historia.
“Lo triste es que le corresponde, que por ley aunque no haya ejercido de padre, le corresponde, que aunque fallara en sus obligaciones le corresponde, que aunque haya torturado y maltratado a una familia, le corresponde... Así son las leyes y así es su ética..... Decía que no venía a por dinero y le pedí ir al notario y firmar una renuncia a cualquier indemnización y respondió que no”, lamenta el hijo.
El hijo concluye que “es indecente, es atroz y es deleznable. Estoy seguro de que Dios no querrá que este hombre disfrute de un dinero manchado por la muerte de su hijo al que no cuido, ni del que se preocupó”.