La joven Madelynn nunca olvidará las consecuencias que tiene desobedecer a sus padres. La adolescente de 15 años organizó una fiesta pijamas e invitó a un grupo de chicos sin el permiso de sus padres. Cuando sus padres se enteraron, idearon un castigo que la joven nunca olvidaría.
Después de pensar cuál sería el mejor castigo, sus padres determinaron que la menor tendría que escoger entre dos opciones: pasar un mes sin su teléfono o ceder a sus padres, durante dos semanas, el control de sus redes sociales según El Caso.
La joven eligió la segunda opción y desde ese mismo instante, su padre empezó a publicar vídeos hilarantes y selfies en línea en sus cuentas de Instagram, Snapchat y Tik Tok. Rápidamente, el padre se convirtió en toda una estrella.
Dos semanas que se convirtieron en una auténtica pesadilla para la niña.