Va a ser la gran lucha de la defensa de El Chicle, teniendo en cuenta que es el asesino confeso de Diana y que este no ha parado nunca de mentir: poner en duda que el acusado violó a Diana aunque su cuerpo apareciera desnudo. Es lo que le puede separar o no de la prisión permanente revisable. Y para eso, la defensa se agarra a cualquier clavo ardiendo. El último ha sido el del caso Gabriel. José Miguel Hidalgo, investigador de la UCO, también participó en el caso que conmocionó a España y por el que Ana Julia fue, precisamente, condenada a prisión permanente revisable.
Y a tenor de su experiencia en este caso, la defensa ha hecho una pregunta que a más de uno le ha helado la sangre. "¿Es cierto que Gabriel también apareció con el cuerpo desnudo? ¿Se sospechó de que fuera un móvil sexual?", ha preguntado la letrada consciente de que todas las versiones que ha dado su defendido han sido desbaratadas una por una en el juicio. Las moscas han demostrado que Diana estuvo al menos 20 días en el pozo y todo indica que él volvió a intentó sumergirla en dos ocasiones.
También se ha demostrado en el juicio que El Chicle no fue sorprendido por Diana robando gasolina porque ninguno de los feriantes reconoció haber tenido ningún problema. El Chicle también mintió respecto al móvil y su colaboración con la policía porque intentó devolverlo con todo hackeado. Son solo algunos de los golpes que ha recibido a lo largo del juicio, donde se ha dejado claro que Diana sufrió un impacto emocional tremendo antes de morir, única justificación para el estado de su cuerpo.
Así que la defensa ha intentado quitar la relación entre el cuerpo desnudo de Diana y una relación sexual. Como no podía ser de otra forma el miembro de la UCO ha dejado claro que un caso no tiene nada que ver con otro, y ha detallado algunos elementos que tampoco dejan en buen lugar al acusado. El primer elemento es que El Chicle no quería entrar en el pozo porque tenía la imagen grabada de Diana, que no quería vivir con ese recuerdo, aunque de una forma espontánea dijera que había vuelto más de una vez al pozo.
Lo cierto es que las opiniones de los expertos tampoco han ayudado a El Chicle porque le describen de manera clara como un depredador sexual que no tiene empatía ni muestra el menor arrepentimiento por sus hechos.