Con el nuevo curso escolar vuelve con fuerza el debate sobre los móviles en las aulas. Por un lado están los que defienden la prohibición total de los dispositivos en clase y por otro los que creen que son una herramienta de gran utilidad en la enseñanza, que sirven para educar y para luchar contra las ‘fake-news’.
Los móviles forman parte del día a día, por eso a algunos les cuesta desprenderse de ellos en las aulas. Algunos profesores se ven obligados a retirar a este compañero tecnológico de sus clases, ya que en muchas ocasiones se pueden convertir en una distracción, y por lo tanto, en una barrera para impartir sus lecciones. Sin embargo, algunos institutos han sabido ver la parte positiva, como en el Colegio Escolapios de Sevilla, donde sus profesores afirman que es una buena herramienta de trabajo.
"Los alumnos piden permiso, y digo ahora puedes utilizar el teléfono. Lo sacan, investigan, buscan las referencias, definiciones... Yo les doy un tiempo limitado", y así es como Juanjo Martín les inculca un uso responsable de las nuevas tecnologías.
En la otra cara de la moneda está en el colegio Altair, donde la utilización de los dispositivos móviles está totalmente prohibida. Con este veto, no solo evitan que los alumnos se distraigan sino intentan luchar contra el ‘ciberbullying’ o el acoso. Además, el director de segundo ciclo en el Colegio Altari, Daniel Danda, piensa que es una buena forma de “mitigar” el uso de las pantallas, ya que mientras que los alumnos estén en el aula no usan el teléfono móvil.
A diferencia de Francia que los ha prohibido en una ley, en España la decisión depende de cada centro. Un debate que en Madrid y Galicia han regulado vetándolos aunque con algunas excepciones.