Hoy se reúne la Interterritorial de Salud para actualizar el Plan de Vacunación. Tras la llegada de las primeras dosis de la vacuna de AstraZeneca contra el coronavirus, Sanidad ha decidido incluir, tras los sociosanitarios que no son de primera línea, a los profesionales esenciales tales como policías, bomberos o docentes. Sin embargo, hay un colectivo, el de los cuidadores a domicilio, que hasta ahora se ha sentido abandonado. “Hacemos un trabajo fundamental, muy cercano, tan de riesgo como el de nuestros compañeros de los hospitales”, señala Raquel Galeano, una auxiliar de enfermería que lleva cinco años asistiendo en su casa a personas dependientes.
“Nuestro trabajo es fundamental. Trabajamos sábados y domingos, con Filomena y con covid porque las personas a las que ayudamos, a veces, no tienen a nadie más, están solas y no se valen por sí mismas”, afirma esta cuidadora a domicilio, que empezó como voluntaria y la pasión por lo que hacía la llevó a obtener un título de auxiliar de enfermería.
Raquel Galeano se siente abandonada por la administración desde que comenzó la pandemia de coronavirus. Reivindica que los cuidadores a domicilio están tan expuestos como sus compañeros en los hospitales. “Nosotros los duchamos y vestimos, les cortamos el pelo, las uñas… Corremos tanto riesgo como otros sanitarios o sociosanitarios y nadie se ha acordado de nosotros hasta ahora , ni siquiera para hacernos llegar material de protección”.
Esta auxiliar valenciana puntualiza que su empresa le da un EPI cada vez que tiene que ir a casa de una persona que ha dado positivo en covid pero considera que la administración debería proveer a los cuidadores a domicilio de material sanitario de protección como lo hace con quien va a una emergencia en una ambulancia. “Las mascarillas que uso a diario en mi trabajo me las pago yo”, sentencia.
Tras casi un año de pandemia, Galeano afirma que su trabajo se hace cada día más duro. “Como quienes trabajan en un hospital, al llegar a casa no puedo besar a mi hijo, sin lavar mi uniforme y ducharme antes… A mi madre llevo todo este tiempo sin darle un abrazo”, sentencia.
Emocionada dice que ahora más que en la primera hora estamos viendo “un chorro de fallecimientos. Te despides de las personas que cuidas hasta la semana que viene, sin embargo, a veces ya no vuelves a verlos por culpa del covid. Y entre nosotros, también hay cada día más bajas por positivos”.
Hoy hay una reunión de la Interterritorial de Salud para actualizar el plan de vacunación tras el reparto a las CCAA de las vacunas de AstraZeneca, que definitivamente solo se pondrán a menores de 55 años. Según adelantaba Sanidad, el personal sociosanitario que no está en primera línea es el que va a recibir esta vacuna, con menor efectividad que la de Modera o Pfizer.
Se trataría por ejemplo de fisioterapeutas, como los de Cantabria, donde ya han empezado a recibirla. O farmacéuticos, que aseguran que se sienten más tranquilos con la vacuna puesta porque mucha gente no acude al médico por miedo. “Vienen a nosotros y no sabemos si están contagiados o no”, nos confiesa una farmacéutica. Tras estos profesionales vendrán los que prestan servicios esenciales como policías, bomberos y profesores.
Sanidad ha explicado que se ha creado un subgrupo (3b) dentro de Grupo 3 de vacunación en el que se incluyen los fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, personal de oficinas de farmacia, medicina legal, servicios de ayuda a domicilio –donde deberían entrar los cuidadores como Raquel-, centros de menores y de día y funcionarios de prisiones.
Sanidad también ha definido el Grupo 6, formado por quienes prestan una función esencial para la sociedad. En él se incluye a Fuerzas y Cuerpos de Seguridad (Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Autonómica y Policías Locales), otro personal de emergencias como los bomberos y las Fuerzas Armadas. En este grupo también incluye docentes y personal de educación infantil y necesidades educativas especiales y docentes de primaria y secundaria.
El orden establecido por Sanidad en el Plan de Vacunación, que actualiza continuamente el Ministerio, es el que deben seguir las CCAA, según ha afirmado al responsable del ramo, Carolina Darias, en la rueda de prensa de ayer en Moncloa tras el Consejo de Ministros. España ha repartido los gobiernos autonómicos 2.412.000 dosis, de las que se han puesto 2.167.000. De ellas, 838.000 personas tienen las dos dosis del antídoto.