Pasar por el altar (sobre todo si queremos hacerlo por todo lo grande) puede salir carísimo y, aunque siempre existe la opción de celebrar una boda de forma sencilla e íntima, muchas parejas optan por una gran celebración que no solo les implica económicamente a ellos, sino también a sus invitados. Ropa, desplazamientos, alojamiento, peluquería, maquillaje... son algunos de los gastos a los que deben hacer frente los asistentes a este evento, además de, por supuesto, el regalo de boda. ¿Cómo saber cuánto dinero dar como regalo en una boda? ¿Qué reglas existen y qué suma se considera adecuada?
El regalo de boda de los invitados hacia la nueva pareja es uno de los grandes dolores de cabeza para quienes asisten a este tipo de eventos. Y es que lo más habitual a día de hoy es entregar una suma de dinero para que los novios puedan elegir en qué gastarlo o, simplemente, recuperar el dinero empleado en costear la boda, en lugar de las antiguas listas de boda. Esto complica las cosas porque puede existir disparidad entre unas personas y otras con respecto a la cantidad que se considera adecuada o suficiente.
La realidad es que no hay reglas escritas y, al menos en teoría, nadie debería ofenderse si no podemos permitirnos un gran regalo. Al fin y al cabo, una boda puede suponer por sí sola un gran desembolso de dinero para los invitados, y nadie debería gastar una importante suma de dinero en casarse si no puede permitírselo, esperando recuperarla a través de los regalos.
Especialmente si pasamos un momento económico complicado, debe ser comprensible que nuestro regalo se adapte a nuestra capacidad económica.
Con todo, existen reglas que nos permiten orientarnos y encontrar un punto intermedio que se adapte a nuestra capacidad o a nuestro deseo. La norma general es que el regalo debe cubrir el cubierto y, a partir de ahí, si tenemos una relación especial con la pareja o simplemente nos apetece entregar una cantidad mayor, podremos calibrar cuánto aumentarla, partiendo de esta vara de medir.
Por otro lado, si tu situación económica es complicada, puedes reducir un poco esta suma: siempre puedes hablarlo con los novios o tratar de obsequiarles de una forma más personal y económica que demuestre tu aprecio hacia ellos sin tener que vaciar tu cuenta bancaria.
Además, si asistes junto a un grupo de amigos y vuestra situación económica es dispar, siempre podéis unir vuestros regalos en uno solo y entregarlo de forma conjunta. Será una bonita forma de ser delicado con respecto a las circunstancias de cada miembro del grupo, y una buena ocasión para demostrar tu generosidad, si tu bolsillo te lo permite.
Puede que no tengamos claro cuánto puede suponer para los novios pagar nuestra asistencia pero, en una boda 'media', suele rondar los 120 o 150 euros por persona. En el caso de las personas más cercanas, es habitual que se exceda este precio medio y que se regalen 200, 250, 300 o 500 euros: el límite lo ponemos nosotros. Por otro lado, si la boda de que se trate es lejana y poco personal para ti, puedes simplemente declinar la invitación y, si lo deseas, enviar un regalo simbólico como agradecimiento. Eso sí, si asistes, lo lógico será hacer un regalo, por muy lejano que seas.