Giro en el crimen de Susqueda. Un nuevo testigo ha contado que oyó gritos y disparos el día que mataron a Paula y Marc en el pantano de Gerona que dio nombre al caso. Para los investigadores, Jordi Magentí es el principal sospechoso pero está en libertad sin cargos. Más de cuatro años después, el crimen de Susqueda sigue sin resolver.
Ciel Schenkel vivía en la masía Llomar, cerca del pantano de Susqueda, en agosto de 2017 cuando ocurrió el crimen. Ahora, reside en Francia, y desde allí ha declarado, según el diario El Caso, que el día del crimen oyó unos tiros, después unos gritos y, finalmente, otro disparo.
Es el séptimo testigo que declara en estos cuatro años que oyó gritos y disparos el día de la muerte de Paula y Marc. Los investigadores no le habían tomado declaración hasta ahora porque entonces era menor de edad pero sabían que estuvo en el pantano aquel día.
Los agentes le han tomado declaración por video conferencia. La calidad de la señal ha impedido que Schenkel pueda dar más detalles y se ha comprometido a ir a comisaría cuando vuelva a España a prestar declaración de nuevo.
Paula y Marc era una pareja de jóvenes del Maresme que, en agosto del 2017, se fueron a pasar el fin de semana al pantano de Susqueda (Girona) y ya no volvieron.
Después de un mes, hallaron sus cuerpos en el fondo del pantano con evidentes signos de violencia. También estaba el coche en el fondo del pantano. Más de cuatro años después del crimen aún no se sabe quién los mató y por qué.
Jordi Magentí, es el único acusado que ha habido por el crimen de Susqueda, aunque él siempre ha negado su implicación. Estuvo en prisión provisional como presunto autor de los hechos pero terminó obteniendo la libertad
La policía está convencida de que este vecino de la zona con antecedentes de asesinato por matar a su mujer hace años es el culpable de la muerte de Marc y Paula.