Madrid, encrucijada del coronavirus: los datos muestran que centrifugó la epidemia en España
Los viajes hacia y desde la capital explican el 67% de la incidencia en otras provincias
Un equipo de investigadores ha analizado las conexiones con Madrid y ha hallado una correlación fuerte con la gravedad de la epidemia en otras provincias
La movilidad de Madrid fue clave entonces y lo será en la desescalada
“El virus ha seguido ni más ni menos que el camino más probable”. Y eso en la España radial apunta a Madrid, el lugar donde se cruzan los caminos.
Así lo explica un equipo de investigadores españoles que ha medido la relación de los desplazamientos desde y hacia la capital con la mortalidad y la incidencia del coronavirus en diferentes provincias.
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Madrid ha irradiado la epidemia, pero también ha sido el lugar más expuesto. Cada entrada del virus en España tuvo como parada más probable la capital. ¿Se debió haber cerrado la región al inicio de la crisis? ¿Qué lecciones hay que extraer para la desescalada?
Los datos: viajes, muertes y contagios
Los investigadores del Instituto de Física Interdisciplinar de la Universidad de las Islas Baleares (UIB) han examinado la correlación entre el brote de la epidemia en cada provincia y los viajes con Madrid en la semana anterior. Su conclusión es que las idas y venidas a la capital explican el 67% del pico de incidencia en cada región.
El equipo compuesto por Mattia Mazoli, Sandro Meloni y José J. Ramasco, de la UIB, y los fundadores de la compañía de Big Data Kido Dynamics, Alberto Hernando y David Mateo, han cruzado los datos de movilidad de las antenas de telefonía móvil con los datos sanitarios de la evolución de la epidemia.
Las provincias con un pico relativamente más alto de contagios muestran más viajes a o desde Madrid per cápita la semana anterior al inicio de los brotes
“Hemos comparado ambas métricas tanto con la incidencia, la mortalidad y la seroprevalencia, y en todos los casos encontramos fuertes signos de correlación”, dice Alberto Hernando a NIUS. “Si lo hiciéramos con otra provincia de referencia, como por ejemplo Sevilla, la correlación desaparece y sólo obtenemos una nube de puntos sin estructura. Sin embargo, los puntos se alinean cuando consideramos la capital”.
La clave de Soria: los viajes per cápita con Madrid
Las provincias limítrofes con Madrid han presentado una incidencia y mortalidad elevadas. Pero en otras no es la simple cercanía, sino el número de viajes con Madrid respecto a la población total del lugar, los viajes per capita. Es el caso de Soria, con pocos habitantes pero muchos viajes semanales con la capital. Esta provincia tiene un 14% de contagiados, la mayor tasa de España (que tiene una media del 5%), según el estudio de seroprevalencia.
Similar es el caso de Ciudad Real. Y resulta indicativo el de Tenerife y Las Palmas. La incidencia y la mortalidad han sido mayores en la primera isla. “Las razones de esta diferencia no son obvias a primera vista”, explica Hernando, “Sin embargo, si nos fijamos en los viajes de ambas provincias a Madrid per cápita, Tenerife presenta un número mayor que Las Palmas”.
El estudio calcula que si, además de los viajes, se tiene en cuenta el peso demográfico de estos respecto al tamaño de la población “el modelo sirve para explicar el 77% de la incidencia y la mortalidad del SARS-CoV-2” en cada lugar.
Esto refuerza la hipótesis de que la llegada de múltiples “semillas” puede incrementar el tamaño local de la epidemia y, por consiguiente, la mortalidad”, argumentan los investigadores.
“Podemos entender que las provincias con un pico relativamente más alto de contagios muestran más viajes a o desde Madrid per capita la semana anterior al inicio de los brotes”, concluyen.
¿Cerrar Madrid?
¿Debería haberse cerrado Madrid? “No se puede saber cuantitativamente sin realizar un análisis mucho más detallado”, responde Alberto Hernando.
Madrid ha sido el epicentro de la epidemia, el primer lugar donde la situación escapó de control. El 1 de marzo había 10 casos, que ya eran mil cuando se cerraron las escuelas el día 11 y 3.500 el día 15, cuando España entera fue puesta en cuarentena.
Su posición central en la España radial hizo el resto. Pero eso no significa que un éxodo de madrileños huyendo del virus lo propagase.
Fuera donde fuese el foco, el virus habría llegado a los pocos días a Madrid, y de ahí al resto de España
Este estudio no distingue las visitas de los residentes de Madrid de los viajes de los habitantes de las provincias. Es cierto que con el cierre de colegios, muchos profesores y universitarios regresaron a casa. Además, fuentes del Gobierno de Castilla-La Mancha han informado a NIUS de que en marzo los madrileños atendidos por su sistema sanitario se incrementaron un 300%.
Pero es difícil calibrar el peso de esos movimientos en un flujo de personas ya alto de manera habitual. Unas 200.000 personas se mueven a diario entre Madrid, Toledo y Guadalajara.
Los investigadores observan en estas provincias, al igual que en Ávila y Cuenca, un comportamiento de la epidemia similar al de Madrid porque caen bajo el área de influencia metropolitana de la capital.
Viajes de fin de semana
También detecta el estudio que los viajes que mayor impacto tuvieron fueron los de los fines de semana anteriores a la aparición de los brotes y al confinamiento. “Esto da fundamento a las medidas para restringir los viajes no esenciales primero y, sólo después, los viajes de trabajo”, escriben los investigadores.
El estudio viene a confirmar que la movilidad es un factor clave en la evolución de la epidemia. No es el único. Por ejemplo, la situación en las dos Castillas también se explica por la fuerte entrada que tuvo el virus en las residencias de mayores. Tienen las cifras más altas de contagio y muertes en residencias después de las mucho más pobladas Madrid y Barcelona.
El coronavirus en la España radial
Esta investigación refleja cómo la estructura radial de España convierte a Madrid en la centrifugadora de la epidemia. Las conclusiones aportan claves sobre lo que pasó al inicio y ayudan a tener presente la importancia específica de la capital en la desescalada. El virus necesita de nuestra movilidad para propagarse y, como el diablo de las leyendas o los ladrones antiguos, es más eficiente en los cruces de caminos.
“Que Madrid hiciera de foco no significa que el virus entrara en España necesariamente por Madrid. Dados estos patrones de movilidad, fuera donde fuese el foco, el virus habría llegado a los pocos días a Madrid, y de ahí al resto de España”, explica Hernando.
“Si analizamos el número de viajes entre Madrid y el resto de municipios de España encontramos que conecta con prácticamente todos ellos. Es decir, a lo largo del año siempre hay alguien de cualquier municipio de España que ha pasado por Madrid o viceversa. Si comparamos con Barcelona, Bilbao y Orense, por ejemplo, esta situación no se da”.