A partir de este lunes nuevas provincias y comunidades dan un paso más en la desescalada adentrándose en la fase 1. Cambiar de fase supone retomar la actividad económica pero también la emocional y social, aunque sea con limitaciones, al encontrarnos con nuestros seres queridos. Un ejemplo lo hemos visto en Valencia donde hemos asistido el emotivo encuentro entre un abuelo y sus cinco nietos, uno de ellos nacido justo antes del confinamiento.
Nerviosos e impacientes, los pequeños de la casa se preparan para recibir al tío Javier y al abuelo José Ramón. Llaman a la puerta y aparecen con sus mascarillas y guantes. Hasta se han puesto gel desinfectante, pero las ganas de abrazarse y besarse han podido más que el protocolo.
Nada más verlos, los pequeños se ha echado a sus brazos. Estaban deseando volver a estar juntos y poder disfrutar de sus momentos felices en familia, en especial ahora que hay un nuevo miembro. Andrés nació tres días antes de que se decretara el estado de alarma. Sólo había podido verlo unos minutos en el hospital.
Para los padres de estos cuatro retoños ha sido duro tener que organizar su diaria sin el apoyo familiar del abuelo. “Dar un paseo y que ellos se queden con los niños y no lo hemos tenido”, confirma el padre. Sin duda, el mejor regalo es poder disfrutar de su amor compañía después de dos meses eternos.
Muchos se reencontrarán con sus seres queridos después de dos meses de confinamiento. Aunque lo harán de una manera diferente, ya que habrá que respetar las medidas de seguridad en todo momento, como la distancia mínima entre personas.
Alrededor de un 70% de la provincias española que van a disfrutar de la fase 1 podrá reunirse hasta con un máximo de diez personas, manteniendo la distancia de seguridad de dos metros y respetando las normas de higiene relativa a lavado de manos y "etiqueta respiratoria".