El coronavirus se lo pone difícil a los piojos: el distanciamiento social logra frenar su contagio
Los piojos necesitan el contacto cabeza con cabeza para el contagio
El distanciamiento social conlleva una menor propagación
Los farmacéuticos confirman que ha bajado la demanda de antipiojos
El distanciamiento social y todas las medidas de protección y prevención contra el coronavirus como el menor número de alumnos por clase o el lavado de manos han traído una parte positiva respecto a uno de los mayores problemas al que tienen que hacer frente los padres todos los años: los piojos.
La ausencia de aglomeraciones en los colegios e institutos, las medidas de distanciamiento social en clase, el mayor control sobre los menores a la hora de jugar juntos está conllevando una menor propagación de estos insectos que pueden aparecer tanto en el pelo de la cabeza, las cejas o las pestañas.
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Al menos, esta es una de las razones que encuentran las farmacias y los centros especializados en el tratamiento de pediculosis para explicar el bajón de la demanda de productos y tratamientos, en el que sería uno de los meses de 'temporada alta' de infestaciones.
Necesitan el contacto directo para el contagio
"Ha bajado mucho la demanda de productos antipiojos tanto al principio del curso como en el verano, en la época de piscinas y campamentos, en las que siempre había más", reconoce Mercedes Arias, vocal de atención farmacéutica del Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza en el Heraldo.
"Por esta época y en otros años habríamos enviado numerosos escritos a los padres recordando tratamientos y forma de prevención de contagio, pero es que este curso no hay piojos", explica Mariola Sanz, directora del colegio Nuestra Señora de los Ángeles de El Esparragal y presidenta de la Asociación de Directores de Primaria.
Los piojos no saltan ni vuelan, por lo que necesitan el contacto cabeza con cabeza para arrastrase de un cuero cabelludo a otro. "Y como estas situaciones no se dan porque los niños mantienen la distancia entre ellos, no hemos tenido problemas de este tipo", subraya la directora en La Opinión de Murcia.
La situación positiva también la remarcan los pediatras Antonio Iofrío y Juan José Vigueras, de la Asociación de Pediatría Extrahospitalaria y de Atención Primaria de la Región de Murcia. "Si no se comparte nada, ni gorros ni bufandas y los niños mantienen la distancia entre ellos, está claro que va a haber menos casos de menores con piojos", explica Iofrío.
Los pediatras aun así se mantienen a alerta y señalan que fuera del colegio, en un entorno menos controlado como puede ser un parque o en casa con amigos, los niños sí pueden acabar pasándose estos insectos unos a otros al perder la distancia social.
Eliminar las liendres o limpiar los peines, esencial contra los piojos
Del mismo modo, desde el Colegio de Farmacéuticos recuerdan que, en caso de infestación, lo más importante es notificarlo al centro educativo en el momento en que se detecta. Si se tienen piojos señalan los principales consejos: limpiar los peines, lavar la ropa a 60 grados, revisar la nuca, detrás orejas con un foco de luz y una lupa y, sobre todo, ver si hay liendres, los huevos blancos que depositan los piojos y que se distinguen de la caspa porque esta se cae.
Si no se acaba con ellas, en siete días pueden volver a aparecer nuevos piojos. La desinfección de peluches y juguetes se puede hacer metiéndolos en una bolsa de plástico y dejarla bien cerrada dos o tres días.
La farmacéutica insiste en que si un niño tiene piojos "no hay que tratar con un pediculicida a toda la familia, sino revisar a toda la familia". Y de cara a lo que queda de curso escolar, para tranquilidad de los padres, cree que "mientras se sigan manteniendo las medidas, por lógica, tiene que haber menos casos de piojos".